Por Sara González Cañete
Este rincón de ensueño es una experiencia que despierta varios sentidos y reconecta con la esencia de la tierra Riojana. Aquí, cada detalle cuenta una historia, hilada por las manos y la visión de su creador, Pablo, un artista de alma inquieta y corazón riojano.
Al cruzar el umbral de Los Almendros, el huésped se sumerge en un universo donde el arte, la naturaleza, la paz y una maravillosa gastronomía conviven en perfecta armonía. Pablo, con su sensibilidad única, ha transformado cada rincón en un museo al aire libre. Desde la galería principal hasta la última cabaña, sus obras de arte —pinturas, esculturas y objetos hallados en la naturaleza— decoran los espacios, creando una atmósfera de exquisito buen gusto al mejor estilo riojano y de gran calidez.
El respeto por el entorno es el pilar fundamental de este proyecto. La finca produce sus frutas de forma biodinámica, en un ciclo de vida que honra el ritmo de la tierra. Este compromiso se refleja en el paisaje que rodea la casona. Un cuadro de naturaleza viva a la vista, el tapiz de terrazas de piedra que albergan árboles frutales, esperando su momento de esplendor. En un gesto de sostenibilidad natural, una familia de dóciles ovejas se encargan de mantener el pasto a raya, haciendo de la poda un trabajo suave y respetuoso.
Para Pablo, la historia riojana, el arte, la música y la naturaleza son su estilo de vida. Esta pasión multifacética se materializa en detalles únicos. Alrededor de la casa, su preciada colección de piedras se exhibe en forma de apachetas, dispuestas en un homenaje a las tradiciones ancestrales. Estos montículos de rocas son el reflejo y una muestra de su afición, además, un recordatorio de la profunda conexión de este lugar con su pasado.
La gastronomía es otro de los puntos culminantes de la visita. Pablo, con su meticulosidad y cuidado, se encarga de la elaboración de dulces artesanales de membrillo, durazno y otros manjares, como la clásica empanada riojana, las aceitunas negras como el tentempié ideal. La carne asada es una de sus especialidades, entre otros platos que deleitan al paladar más exigente. En cada bocado no pasa desapercibido la dedicación que pone en su arte culinario.
Pablo es un verdadero chef, que honra los sabores de la tierra y la tradición.
La paz que se respira en Los Almendros es inmediata y contagiosa. El paisaje, un lienzo de colores que se funden con el cielo y la tierra, crea un fuerte impacto visual y una sensación de sosiego profundo. Es un lugar donde el tiempo parece detenerse, permitiendo a los huéspedes desconectar de la rutina y reconectar con lo esencial.
HISTORIA RIOJANA CON PABLO
Más allá del encanto intrínseco de la finca Los Almendros, la experiencia se enriquece exponencialmente gracias a la figura de Pablo, su creador. Es un anfitrión detallista, un historiador eximio con una profunda conexión con la historia y la geografía de La Rioja.
Acompañar a Pablo en los recorridos que ofrece alrededor de la finca es sumergirse en un relato apasionante. Con una capacidad asombrosa para describir los lugares geográfica e históricamente, que transforma cada paseo en una lección viva. Ya sea explorando los senderos que serpentean entre las montañas, visitando los pueblos con encanto de Castro Barros o adentrándose en los vestigios de antiguas culturas, Pablo se convierte en un guía excepcional.
Sus narraciones están cargadas de detalles fascinantes, anécdotas poco conocidas y una profunda comprensión del contexto histórico. Conoce los secretos de la tierra, los nombres antiguos de los parajes y las historias de quienes habitaron estas tierras mucho antes. Relata con pasión los eventos que marcaron la región, desde los pueblos originarios hasta la llegada de los colonizadores, tejiendo un tapiz de conocimiento que envuelve al visitante.
Los recorridos guiados por Pablo son mi plus favorito en Los Almendros. Su perspectiva única, que entrelaza el arte, la naturaleza y la historia, ofrece una visión profunda y enriquecedora del entorno. Descubrir los alrededores de Los Almendros de su mano es una oportunidad invaluable para conectar con el espíritu de La Rioja y apreciar la riqueza de su patrimonio.
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