1591 Cultura + Espectáculos

¿Hambre existencial o alucinación?

En esta aldea global de potenciales crisis constantes las alucinaciones colectivas avizoran en los cuatro puntos cardinales.
Creen las dirigencias que dependen de las estadísticas de los medios de comunicación como instrumento generador de realidad.
Según Charles Kindlerberger en el último estadio de una crisis “la especulación tiende a separarse de los objetos realmente valiosos y se enfrasca en los ilusorios. Un público creciente busca enriquecerse sin entender bien los procesos donde está inmerso y no extraña que se multipliquen timadores y esquemas fáciles” (“Manías, panics and crashes” Basic Books 1089, Cap.II).
¿Entonces dónde está la respuesta de ese hambre existencial?
¿En Julienne Alfred, atleta nacida en el pequeño país insular de Santa Lucía, ganadora de los 100 metros en velocidad de los Juegos Olímpicos de París 2024, cuyo triunfo fue una gran sorpresa por no ser la favorita?
Aclaremos que toda gran potencia alimentada por un sistema que acompaña incentivando el deporte se adueña desde hace años de las medallas de estos certámenes. ¿Qué le queda al resto en su condición de amateur?
¿Está la respuesta en los diversos migrantes que exponen su vida para luego tratar de rescatarla cruzando o intentando cruzar fronteras?
¿En algunas mujeres que se exponen sexualmente con su intrínseca y desigual debilidad manifiesta para obtener lo que por sí solas no le es posible?
¿O en los imperios que someten a sus colonias, hoy metafóricamente independientes?
La respuesta es evidentemente obvia: en todo lo que amerite un esfuerzo que logre crear una identidad constructiva como síntesis de nuestros sueños impulsores.
Como dice Yuval Harari: “Garantizar que todo individuo será libre de hacer lo que le plazca es inevitablemente una gran estafa a la igualdad”.
Entonces: ¿cómo concatenar ese hambre existencial, cuyo portador es aquel que se atreve a llevarlo de viaje para conectarlo con su remitente?
Destaquemos que es lo único que nos mantiene vivos.
¿Quién es el dueño de la libertad, el que la ejerce o el que la recibe?
Digamos que crear impuestos para quienes no pueden pagarlos, para luego alardear de darle a los mismos un deficitario sistema de salud, educación…y demás…es casi una parodia consumada.
Distinguir la estafa del propósito real, desterrar la simulación.
Recordemos que así como dejar de alimentarnos invariablemente nos lleva a la muerte, dejar de caminar hambrientos de existencia, también.
Diseñar una geografía propicia para movernos sin tantos tropiezos es fundamental para avanzar.
Vencer esa sensación de inercia proyectada por un plan de destierro se hace hoy una cuestión casi metafísica de supervivencia, necesitamos más que nunca las herramientas, los recursos para la creación de ese trampolín de posibilidades.
Dependemos de un crecimiento orgánico para seguir respirando con algún grado de sanidad.
Pasar de la excelencia a lo que nos toca no hace más que hablar del momento en el que estamos parados, repito: excelencia una palabra que se va reservando para unos pocos.
Con un Dios muerto por falsificador y la nada del otro lado, tenemos que estar dispuestos a construir con nuestras propias manos.
Los vértices opacos más cercanos del triángulo parecen solo tener el coraje de conquistar preceptos fallidos que invariablemente desembocan en una mediocridad entristecedora que se evapora como una estela.
Lo que hago me ayuda a definirme.
Pensemos en el perverso invento de celibato de la iglesia, que dio lugar a la anulación de la sexualidad y a la aparición de la masturbación, cuyo pobre fin es la mera excitación sin emoción. Es decir se le obliga a un fiel a morir de excitación sin sentir emoción alguna. Terriblemente perturbador.
La desconexión como alejamiento de toda emoción transformadora y enriquecedora.
Analizando el porqué particularmente me interesa más un ensayo, la filosofía, la sociología, la psicología, la historia, la antropología o cualquier ciencia humana, llego a la conclusión: que indudablemente prefiero vivir a través de la realidad que de la ficción.
Las alucinaciones de querer obtenerlo todo statim, no generan un alimento de calidad. Así como la soja destruye la tierra y debe ser rotada con el maíz (por ejemplo), pasa igual con las fantasías de querer acortar este transcurrir con aquello que más tarde o temprano nos destruye. Vaya usted si tiene dudas…a las noticias y lo verá explícitamente.
“El hombre de al lado nunca pregunta nada cuando es feliz” pero si cuando siente dolor.
El hambre existencial debe ser genuino para dignificarnos.
Søren Kierkegaard no admite consuelos o verdades universales, quiere respuestas particulares. Ni Dios ni la nada, el trabajo de esculpir nuestra propia imagen. Tanto querer abarcar acarrea la minimización del ser.
Pensemos si queremos ratificar nuestra esencia o simplemente anhelamos despersonalizarnos con la alucinación de un hambre existencial sin sentido.
¿No será mejor navegar en el tiempo que cumplir lo incumplible?
LA AUTORA

MARÍA DEL PILAR CARABÚS

MARÍA DEL PILAR CARABÚS. ABOGADA, ESCRITORA, COMUNICADORA, MBA “ESPECIALISTA EN DERECHO CONSTITUCIONAL Y DERECHOS HUMANOS” (MINORÍAS Y GRUPOS VULNERABLES) UNIVERSIDAD DE BOLONIA, ITALIA.

Autor: 103895|
MARIA DEL PILAR CARABUS LA MIRADA SOBRE EL MUNDO OPINION REFLEXION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web