
La Psicopedagogía fue creada en la Argentina hace poco más de cinco décadas (1956) en la Universidad del Salvador, extendiéndose posteriormente a diversas universidades públicas y privadas, dictándose en la UNLaR desde 1973.
Esta disciplina se ocupa del ser humano en situación de aprendizaje y de aquellas funciones directa o indirectamente involucradas en él (Bousquet, 1981) y con casi 70 años de existencia, como sostiene Alicia Fernández, “está legitimada a partir de las prácticas y las conceptualizaciones teóricas existentes”.
Inicialmente, las/los profesionales incursionaron en las áreas de salud y educación y, a partir de nuevas demandas y del surgimiento de nuevas problemáticas sociales que requieren de la intervención psicopedagógica, fueron ampliándose los contextos de actuación.
Partiendo de su historia y considerando el desarrollo actual, podemos señalar con Bertoldi (2020) que hay acuerdos en la comunidad profesional de que el campo psicopedagógico:
• Cuenta con la selección de un dominio de la realidad sobre aquello de lo que se ocupa: los sujetos y sus aprendizajes.
• Posee un campo científico en construcción integrado por comunidades científicas diferentes que acreditan cierta trayectoria y abordan su objeto cada vez con más especificidad.
• Progresivamente, va construyendo un conjunto de conceptos, teorías y modalidades de investigación que se consideran propias.
• Hay una inserción real y concreta de su actividad científica en la sociedad: en nuestra provincia las/los profesionales trabajan en las áreas de educación y salud principalmente, tanto en lo público como en lo privado y hay incipientes incorporaciones en el área de lo judicial, forense y comunitario.
En este marco, el abanico de posibles acciones psicopedagógicas se diversifica según la problemática de intervención, el ámbito de trabajo, las estrategias y los destinatarios a los que se orienta la misma, siendo su elemento común –lo que le confiere identidad- el de ser intervenciones profesionales estructuradas en torno a un sujeto aprendiente, acompañando sus procesos en cada edad y contexto y generando las condiciones más adecuadas para que se desarrollen.
LA AUTORA
LIC. Y PROF. EN PSICOPEDAGOGÍA. M.P. 119. PRESIDENTA DEL COLEGIO PROFESIONAL DE PSICOPEDAGOGOS DE LA RIOJA. SECRETARIA DE ASUNTOS UNIVERSITARIOS DE FAP. DOCENTE DE LA UNLAR. MIEMBRO FUNDADORA DE LA REDIIP (RED INTERINSTITUCIONAL DE INVESTIGACIÓN PSICOPEDAGÓGICA).