Así, con corazón, garra, ganas y el empuje de su gente, Nueva Chicago ganó un partido clave ante Colón, uno de los rivales más duros del torneo. Le bastó golpear en el momento justo en una distracción en el retroceso del Sabalero para sentenciar el cotejo y ser puntero en solitario. El tanto fue conseguido por Roque Ramírez.
Los primeros 45' iniciales lo tuvieron a Chicago encontrando la ventaja en un error en el retroceso de Colón, que se mostró demasiado ofensivo y dejó ventajas para que Castro se fuera solo y, luego del remate al travesaño, aparezca Roque Ramírez para corregir y mandarla al fondo.
Si bien el Sabalero siempre fue más y tuvo a Chicago arrinconado, no supo dar la puntada final para abrir el resultado. El conjunto de Montenegro no supo cómo resolver la espalda de Zurita, donde Guille aparecía solo y Paz tuvo que retroceder para tapar a Castet que se lanzaba por la banda.
Además, el tándem Bottari-Rodríguez no estaba fino en los pases y se le complicó la contención y la marca de Prediger y Bernardi, que por ratos jugaron muy cómodos y con espacios. De mitad hacia adelante, el Torito en muchas oportunidades se desesperaba y perdía la pelota rápidamente, pero lo cierto es que se fue al vestuario ganando por la mínima distancia.
La segunda parte no fue tan distinta a la primera. Rodolfo De Paoli movió rápido el banco buscando mayor profundidad y vértigo, pero el Rojinegro no supo estar correcto en los metros finales para encontrar la igualdad. Andrés Montenegro poco a poco fue retocando la mitad del campo para cambiar el aire y neutralizar los intentos de Colón, que con el correr de los minutos se fue diluyendo.
Con el pitazo final, Mataderos explotó y Chicago ahora los mira a todos desde arriba. El Verdinegro deberá viajar a Río Cuarto para enfrentar al León del Imperio, aunque tendrá la baja de Facundo Castro, quien llegó a la quinta amarilla.
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