Thelma Fardín sonríe más que nunca. Sencilla, de remera, jeans y zapatillas lleva esa sonrisa como bandera, tal vez como orgullo y reconocimiento después de una larga batalla en la que nunca se dio por vencida. Hace una semana la justicia brasileña le puso el boche final al declarar a Juan Darthés culpable de violación por un hecho ocurrido durante una gira de “Patito Feo” en Nicaragua, cuando tenía solamente 16 años.
A los 32, convertida en una referente de la lucha contra la violencia sexual, Thelma Fardín charló con Noticias Argentinas sobre el proceso que llevó adelante, su lucha y sus nuevos desafíos.
Si bien su dura experiencia la marcó, no la definió ni la hizo dejar de seguir adelante. “Estoy muy bien. Estoy como pudiendo poner mi energía en los proyectos que quiero, que deseo. Me doy cuenta que siempre yo seguí para adelante en todos estos años. No es que mi vida quedó en stand-by, pero se terminó como de liberar una cantidad de energía que ahora está disponible para otras cosas, que es muy placentero”, aseguró.
Durante este largo recorrido en el cual viajó a Nicaragua para las pericias, viajó a Brasil para el juicio y hasta enfrentó en redes sociales a los incrédulos que no le creyeron, tuvo momentos difíciles, pero a su vez manejó la carga de ser una referente y no poder ni querer bajar los brazos.
“Ayer veía mensajes en mis redes, me puse a chusmear los de la semana pasada después del fallo, después de que se conociera. Y era muy impresionante ver mensajes de cuando hice la denuncia, el proceso de todos estos años, donde por ahí me volvían a contar ‘Che, se lo pude contar a mi familia, porque yo viví lo mismo que vos y gracias a vos hablé’. Y mucho agradecimiento por no haber bajado los brazos, porque me parece que es una victoria colectiva. Para mí siempre fue importante construirlo de una manera colectiva y además fue muy particular porque sucedió así, incluso más allá de mis expectativas. Fue mucho más grande de lo que yo jamás me hubiera imaginado. También eso fue lo que retroalimentó la posibilidad de seguir adelante”, explicó.
Al ser consultada sobre qué mensaje les daría a aquellas personas que viven actualmente una situación similar a la que le tocó atravesar, la actriz dijo: “Siempre me pasa que me parece como imposible poder hablarle a esas personas en relación a sumarles un mandato. Por eso siempre para mí es importante hablar del tema y contar qué es lo que sí yo pude hacer y lo que a mí me sirvió y que de ahí se tome algo que pueda ser importante para cada persona porque son tan distintas las realidades de cada una. Yo dentro de todas las enormes dificultades he tenido mucha suerte y muchísimos privilegios, tener un micrófono que me escuche, que me crean, que me apoyen en la calle. Ya eso es una diferencia muy grande con muchas otras personas. Sumado a que tengo abogados que trabajan para mi pro bono. Y entonces, sí, para mí el mensaje es sobre todo para las personas que rodean a esa persona, que le crean, que la apoyen, que la escuchen”.
“Yo creo que es maravilloso el resultado final, pero para mí fue muy difícil convivir siempre con ese yo no puedo bajar los brazos porque mi causa significa mucho no solo para mí sino para muchas otras. Pero sé que ese mandato pesa mucho. Entonces, eso es como lo que sí me animo a decirle. Si estás cansada no está mal estar cansada”, detalló la actriz.
Acompañada en el dolor
La red de contención es fundamental en este tipo de temas. Familiares, amigos y terapia son claves para poder hablar y sobre todo para salir del dolor: “Yo seguí adelante, seguí construyendo, seguí haciendo, seguí con mis pasiones, con mis amistades justo también en los últimos años construyendo una pareja preciosa (con Nicolás Riera). Ahora tengo más energía para todo eso que sí ya estaba, no es que digo bueno ahora de cero. Creo que eso también fue como parte de lo restitutivo, de lo sanador, saber que yo en el medio de todo eso pude seguir adelante con muchísimo esfuerzo y con mucha necesidad de comprensión de las personas que me rodeaban, que me rodean y que es hermoso ver que muchas son las mismas”.
“Pasados los años, yo de hecho viajé a hacer la denuncia con mi mejor amiga y nos veo en las fotos, siempre me resulta fuerte yo a los 25 cuando decido denunciar pensé en esa nena de 16 que fue cuando era víctima y esa mujer de 25 dijo yo voy a ir a rescatar a esta piba y hoy con 32, la mirábamos con mi mejor amiga las fotos tenemos la misma edad, las fotos de los 25 y también nos vemos como ‘mirá esas dos pibitas están locas lo que hicieron, se tomaron un avión a Nicaragua en un contexto sociopolítico re complejo y fueron a la fiscalía y fueron a que me hicieran la pericia y ella me acompañó y nos tomamos el avión y en las calles estaban militarizadas y nos veo a nosotras dos viajé con ella a la última audiencia del juicio en San Pablo y las dos, yo con mis proyectos, ella con los suyos acompañándonos en nuestros recorridos de vida”.
A Fardín también le tocó enfrentar a los incrédulos y a aquellos que tal vez escudados tras las redes sociales se animaron a juzgarla y criticarla: “Nunca nadie se animó a ser violento conmigo en la calle. Sí, me pasa que obvio muchas veces me entran las balas y me parece muy desolador que haya gente que pueda pensar que alguien se pondría en este lugar tan brutal, en una batalla descarnada porque no tiene otra cosa mejor que hacer, me parece que habla muy mal de esa persona y que es de una falta de valores increíble porque hoy habla una mujer que está re plantada pero esto le pasa a una pibita de 16 años que ves las fotos y tenés una cara de criatura que decís ¿cómo es posible que te atrevas?”.
Las leyes sobre violencia sexual
Si bien en Argentina se avanzó en este ámbito, como por ejemplo con la Ley Piazza (Ley N° 26.705), aprobada en 2011, que hizo que los abusos contra menores de edad no prescriban, teniendo en cuenta que no son delitos que se cuenten de un día para otro, hay algunos puntos a mejorar y a tener en cuenta: “En relación a las leyes, lo complejo es que estos delitos prescriben y el asunto es qué hacemos entre lo que cuesta para una víctima hablar y que ya está es muy sólido en relación a los estudios psicológicos y cómo se producen las pruebas en la justicia. Se espera que se produzca la prueba de la misma manera que si te roban en la calle porque si te roban en la calle por ahí hay testigos, por ahí hay una cámara, no es lo mismo. No se puede producir la prueba de la misma manera y no se le puede exigir lo mismo a la víctima, creo que el desafío más grande está ahí y ver qué es lo que se hace con los casos que están prescriptos porque el gran problema de eso no es que la víctima es víctima, sino que la víctima no puede denunciar porque si lo hace, lo cuenta, lo dice en su círculo íntimo o lo dice en sus redes sociales, el victimario la puede denunciar a ella civilmente e incluso penalmente, eso es lo más brutal porque se perpetúa el silencio”.
El presente de Thelma Fardín
A partir del 10 de abril, la actriz comenzará una gira nacional con una espectáculo de humor. Se trata de “No te vistas para cenar”, una obra en la actúa junto a Gladys Florimonte, Christian Sancho, Celeste Muriega y Rodrigo Noya.
Es una comedia de enredos, una historia desopilante que promete a todos contagiar aquella sonrisa que hoy la acompaña y que está dispuesta a compartir con todos los que disfruten de su arte.
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