La abuela de las menores argentinas que saltaron de un tercer piso del edificio en el que vivían en Sallent, en Barcelona (España), aseguró que sufrían bullying en la escuela y que pese a que su familia se comunicó con la institución, sus directivos no tomaron acciones al respecto.
"Sufrieron bullying en el colegio y en el instituto siguieron con problemas. Los padres hablaron con el colegio, pero no se hizo nada", declaró la mujer cuya identidad permaneció en reserva, respecto del Instituto Llobregat de Sallent donde concurrían.
"Estamos consternados, es una desgracia todo esto. Casi no he podido hablar con mi hija (la madre) porque está en shock", continuó la abuela, en diálogo con el portal español Informativos Telecinco.
Pese al pedido de la familia, en la institución no se constó de expedientes por acoso escolar, pero la Conselleria de Educación ha abierto una investigación. De acuerdo a lo informado por las autoridades locales, hasta el momento el caso se investiga como un "posible suicidio", aunque los investigadores siguen la línea de "bullying escolar" así como determinar problemáticas familiares.
Incluso, en las últimas horas, el abuelo paterno Gustavo Lima dialogó con medios nacionales donde contó que mantenían comunicaciones a diario y que busca reunir el dinero para viajar a acompañar a la familia ante la tragedia.
El hecho
Ocurrió el martes 21 de febrero cerca de las 15 horas, cuando las menores se precipitaron desde el tercer piso de la vivienda a la que se habían mudado recientemente con su familia, ubicada en la calle Estación 4.
En el departamento, los investigadores encontraron dos cartas escritas a mano por las adolescentes y dos sillas desde las que se habrían arrojado por el balcón. En una de ellas, expresaba que se sentía incomprendida por su identidad sexual y pedía ser llamada como varón. Esto coincide con el testimonio de la familia, que comunicaron que sufrían acoso escolar tanto por su acento argentino como por su deseo de autopercibirse de forma masculina.
La familia se había mudado a la localidad de Sallent hace casi dos años, emigrando desde la ciudad de Mar del Plata, en busca de mejores condiciones laborales. En tanto desde el Ayuntamiento se decretaron tres días de luto y se hizo un minuto de silencio frente a esta dependencia pública, mientras que se suspendieron todos los actos públicos programados, entre ellos los festejos de carnaval.
"Nos hemos puesto a disposición de la necesidad que pueda haber de todas las personas afectadas, primeramente de la familia y también a todos que lo consideren oportuno para poder pasar este hecho que nos entristece muchísimo a todos", aseguró el alcalde local, Oriol Ribalta, en conferencia de prensa.
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