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Opinión VOCES

Economía Naranja: un motor de crecimiento impulsado por el conocimiento

La economía naranja emergió como un sector clave en el desarrollo económico de múltiples regiones del mundo.

Heber Martinez

Por Heber Martinez

En la era de la información y la conectividad global, la economía naranja ha emergido como un sector clave en el desarrollo económico de múltiples regiones del mundo. Este término, acuñado por el economista británico John Howkins, se refiere a la industria del conocimiento y la creatividad, donde el valor agregado proviene de la generación y explotación de activos intangibles.

Abarca una amplia gama de campos creativos y culturales, como el arte, el diseño, la literatura, la música, el cine y el desarrollo de software, entre otros. Con su notable capacidad para generar crecimiento económico, oportunidades de empleo e innovación, la economía naranja ha acaparado cada vez más atención en todo el mundo.

Una industria que iguala. Los principales activos son la creatividad y la educación. Los estados que implementen políticas públicas que incentiven esta actividad en todos los sectores de la sociedad, crearán oportunidades para aquellos ciudadanos de menores recursos o aquellos que no tienen acceso a financiación para su proyecto.

Motor de crecimiento

Estados Unidos lleva mucho tiempo a la vanguardia de la economía naranja, con sus industrias creativas como motor principal del crecimiento económico. Richard Caves, en su obra seminal “Creative Industries: Contratos entre el arte y el comercio”, explora la dinámica económica y el impacto de los sectores creativos. La industria del entretenimiento, incluidos Hollywood, la música y los videojuegos, ha desempeñado un papel fundamental en la configuración de la economía naranja del país. Según la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos, el sector artístico y cultural aportó 919.700 millones de dólares a la economía estadounidense en 2019, lo que representa el 4,3% del PIB.

Europa ha sido pionera en el desarrollo de la economía naranja, reconociendo su potencial como motor de crecimiento sostenible. Según un informe de la Comisión Europea, en 2020, el sector cultural y creativo representaba el 4.4% del PIB de la Unión Europea, generando más de 12 millones de empleos. Richard Florida “The Rise of the Creative Class” destaca la importancia de este sector para atraer talento e impulsar la innovación en ciudades como Berlín, Londres y Barcelona, convirtiéndolas en polos de emprendimiento y creatividad. Francia también se ha consolidado como país líder en esta materia. Según Eurostat, los sectores cultural y creativo contribuyeron en un 4,2% al PIB de la Unión Europea en 2019, lo que supone 643.000 millones de Euros.

Impacto en Latinoamérica

En Latinoamérica, la economía naranja ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Según la CEPAL, este sector representó el 3.3% del PIB de la región en 2019. Felipe Buitrago e Iván Duque en su libro “La Economía Naranja: una oportunidad infinita” destacan el potencial económico de las industrias creativas de la región. Desde la vibrante industria cinematográfica de Brasil hasta la próspera escena musical de México, América Latina se ha convertido en un terreno fértil para la expresión creativa. Los gobiernos de la región han reconocido la importancia de alimentar la creatividad a través de políticas e iniciativas de apoyo, facilitando el crecimiento sostenible de la economía naranja.

En el Cono Sur de América, principalmente en Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay, ha sido testigo de un importante crecimiento y desarrollo de la economía naranja. Cada país aporta su riqueza cultural única y su espíritu emprendedor para fomentar las industrias creativas e impulsar el progreso económico. Exploremos individualmente la economía naranja en estos países:

Argentina: una potencia cultural. Tiene una escena cultural vibrante y ha hecho notables contribuciones a la economía naranja. Buenos Aires, la capital, ha sido reconocida como un centro cultural que nutre diversas expresiones artísticas como el tango, la literatura, el teatro y las artes visuales. El país ha producido autores de renombre como Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, así como cineastas de fama internacional como Juan José Campanella. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las actividades culturales contribuyeron con un 3,4% al PIB de Argentina en 2019, empleando a más de 400.000 personas. El gobierno ha implementado políticas para apoyar la economía naranja, incluidos incentivos fiscales, financiamiento para proyectos culturales y el establecimiento de distritos creativos. También el ámbito privado a bregado por políticas públicas para el sector, a tal efecto las principales empresas del sector se encuentran agrupadas en ARGENCON.

Uruguay es, sin lugar a dudas, un oasis creativo conocido por sus políticas sociales progresistas, ha desarrollado una próspera economía naranja que acoge la expresión artística. Montevideo cuenta con una vibrante industria musical y cinematográfica y acoge festivales de renombre como el Festival Internacional de Cine de Montevideo (MIFF). El país también ha desarrollado un potente sector del diseño y la publicidad. El compromiso de Uruguay con la conservación cultural queda patente en la restauración de edificios históricos y la creación de espacios culturales. La economía naranja desempeña un papel importante en la economía uruguaya, contribuyendo aproximadamente al 2,2% del PIB, según el Ministerio de Economía y Finanzas de Uruguay. El gobierno ha puesto en marcha iniciativas para promover el espíritu empresarial, la creatividad y la innovación, fomentando el crecimiento de las industrias creativas.

Brasil, con su gran extensión y diversidad cultural, representa un terreno fértil para la economía naranja. El país cuenta con una floreciente industria cinematográfica y televisiva, y las producciones brasileñas gozan de reconocimiento internacional. Además, la escena musical brasileña, que abarca géneros como la samba, la bossa nova y la MPB (Música Popular Brasileira), ha cautivado al público de todo el mundo. El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) informa de que las actividades culturales contribuyeron en un 2,7% al PIB de Brasil en 2019, dando empleo a unas 870.000 personas. El gobierno ha introducido programas para apoyar iniciativas culturales, como incentivos fiscales para el sector audiovisual y financiación para proyectos culturales a través del Fondo Nacional de Cultura. Las industrias creativas de Brasil siguen evolucionando y contribuyen significativamente al crecimiento económico del país.

De Bollywood a la innovación tecnológica

En India, La economía naranja de la India representa una mezcla única de formas artísticas tradicionales e innovación tecnológica. Amitabh Kant, Director General de NITI Aayog, en su artículo “India’s Orange Economy: The Monetisation of Art and Culture”, destaca cómo la diversidad cultural de la India sirve de manantial de creatividad. Bollywood, la industria cinematográfica india, se ha ganado el reconocimiento internacional, contribuyendo significativamente a la economía del país. Además, la industria india del software, impulsada por profesionales cualificados y el espíritu empresarial, se ha convertido en una potencia mundial. Según el Ministerio de Cultura, los sectores creativo y cultural de la India fueron testigos de una tasa de crecimiento del 7,7% en 2019-2020, superando el crecimiento general del PIB. La capacidad de la India para combinar la tradición con la innovación la posiciona como un jugador formidable en la economía naranja global.

(*) CEO Centro de Formación de Líderes CERTAL USA

ECONOMIA NARANJA

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