Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Opinión

Crisólogo Larralde: líder radical y protagonista del constitucionalismo social en Argentina

Hijo de una madre inmigrante que trabajó como empleada doméstica y de un padre carrero, Larralde conocía las privaciones de los humildes del país. Se había iniciado muy joven en las lides políticas, se afilió a la Unión Cívica Radical con tan solo 14 años en 1916 motivado por la figura de Hipólito Yrigoyen tras su llegada a la presidencia.
Oscar Cuartango

Por Oscar Cuartango

En los primeros dos meses del año en curso, se conmemoraron 123 años del nacimiento y 63 años del fallecimiento respectivamente, de Crisólogo Francisco Larralde Boffa, destacado dirigente radical, nacido el 29 de enero de 1902 en Quilmes, Buenos Aires, y fallecido el 22 de febrero de 1962 a causa de un infarto agudo de miocardio durante un acto de campaña en Berisso, donde se encontraba como candidato a gobernador.

Hijo de una madre inmigrante que trabajó como empleada doméstica y de un padre carrero, Larralde conocía las privaciones de los humildes del país. Se había iniciado muy joven en las lides políticas, se afilió a la Unión Cívica Radical con tan solo 14 años en 1916 motivado por la figura de Hipólito Yrigoyen tras su llegada a la presidencia.

Operario fabril, fue elegido concejal en Avellaneda, único cargo público que ocupó, ya que, en 1932, a pesar de haber sido electo senador provincial, presentó su renuncia indeclinable debido al fraude predominante durante la llamada “década infame”.

En 1943 fue uno de los fundadores de la corriente interna “Revisionismo Bonaerense”, junto a Ricardo Balbín, Oscar Alende y Moisés Levensson, y en 1945, participó en la redacción de la Declaración de Avellaneda, documento precursor del Movimiento de Intransigencia y Renovación (MIR).

Ante las movilizaciones obreras del 17 de octubre de 1945, Larralde, expuso una visión comprensiva de los hechos, lejos de la postura despectiva del unionismo radical y los sectores conservadores, que según se dice manifestó “estaba en Avenida de Mayo y vi pasar a mis hermanos” (*) y lo expresó públicamente en los siguientes términos:

“Asistimos a la condenación de las manifestaciones populares del 17 y 18 de octubre; observamos que diarios, gremios, instituciones y partidos se empeñan en demostrar que los manifestantes no fueron el pueblo ni los obreros auténticos.

El ciudadano que escribe este artículo, hijo de una inmigrante que trabajó como sirvienta y de un obrero que perdió hace 8 años su vida mientras conducía un carro, declara que en esa multitud que desfilo encontró gente del pueblo.

El autor de este artículo se encontró a sí mismo en los niños de zapatillas rotas y mal vestidos; en muchos casos o en todos los que fueron tildados de descamisados.

Él también conoció, con sus cinco hermanos, el hacinamiento de una sola habitación y la promiscuidad de los inquilinatos; supo qué es carecer de medias, ropas, botines, y alguna vez comenzó sus estudios secundarios poniéndose los pantalones largos de su padre, un saco rehecho por su madre, camisa y sombrero usados, provistos por algún generoso vecino.

El 17 de octubre salió el pueblo a la calle y produjo un acto de adhesión al coronel Perón.

Creyó que las llamadas conquistas sociales corrían peligro de desaparecer y afirmó su derecho a mantenerlas, vivando al coronel Perón. En este apellido la gente joven ve al realizador de un programa social. El pueblo habló, gritó, desfiló, realizó agresiones, llenó de inscripciones las paredes, dijo lo que le parecía justo”

Luego de ese evento, Crisologo Larralde, junto al resto de los intransigentes, se opuso firmemente a la integración de la UCR en la Unión Democrática y al antiperonismo de la campaña electoral. En las elecciones del 24 de febrero de 1946 no apoyó a la fórmula Tamborini Mosca. Luego, se opuso tenazmente y trató de evitar por todos los medios a su alcance, la división de la UCR en 1956, en un esfuerzo estéril, sin perjuicio de ello, concretada la división, acepta la postulación a la presidencia del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical del Pueblo y se dedica a la reorganización partidaria.

Fue candidato a Vice Presidente en las elecciones del 25 de abril de 1954 celebradas para reemplazar al fallecido Hortensio Quijano, pero el acto de sacrificio que lo destaca, es cuando en el año 1948 le ofrecieron encabezar la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, que a más del honor que implicaba, le aseguraba el ingreso, pero prefirió ir de candidato a Intendente de Avellaneda, sabiendo que perdía, pero que traccionaría los votos de la gente humilde de su ciudad, Gesto que lo honra y que pocas veces visto (*)

Cuando se convocó a la Convención Constituyente de 1957, con el peronismo proscripto, en su carácter de Presidente del Comité Nacional de la UCR, realizó muchos viajes a Santa Fe, donde sesionaba, para lograr que los derechos sociales tuvieran rango Constitucional, ya que, Larralde había conocido desde niño lo que significaba el trabajo y el retiro de los constituyentes de la UCRI presidida por Oscar Alende, hacían muy dificultoso lograr el quorum para sesionar y aprobar otra cosa que no fuera ratificar la derogación de la Constitución de 1949

Fue así, como los derechos sociales, se mantuvieron y se incorporó en forma expresa el derecho de huelga, que nobleza obliga, no estaba contemplado expresamente en la reforma de 1949, ya que su principal redactor, el constitucionalista Arturo Sampay, consideraba que era un derecho natural y como tal, no necesitada ser consagrado expresamente, error disculpable, entre tantos aciertos, del gran maestro nacido en Entre Ríos y platense por adopción.

Por lo tanto, Larralde, sin haber sido convencional constituyente, fue el principal impulsor del artículo 14 bis de la Constitución Nacional, única reforma que estableció la convención de 1957, hecha con la proscripción del peronismo y en el que se mantienen los derechos sociales en el medio de una constitución liberal, para que la derogación de la Constitución de 1949 no significara un total retroceso en lo social.

Su militancia y sus sólidas convicciones en lo político y en lo social posibilitaron que los derechos sociales mantuvieran rango constitucional. Este artículo no solo consagró el derecho de huelga, sino que también estableció garantías fundamentales para los trabajadores, como la participación en las ganancias de las empresas y la protección contra el despido arbitrario. Larralde a mi criterio es el padre del artículo 14 bis de la Constitución Nacional, consolidando el constitucionalismo social en Argentina.

Para las elecciones de marzo de 1962, (Frondizi era presidente y levanta la proscripción al peronismo) Crisólogo Larralde es candidato a gobernador de Buenos Aires por la UCRP.

El viejo luchador, muere en la tribuna de un acto partidario, pronunciando un discurso, en el entonces Club Trabajadores de la Carne Armour Swift de Berisso, oportunidad en que tuve el triste privilegio de estar presente con 16 años de edad, acompañando a mi padre, radical Yrigoyenista, seguidor de Larralde y trabajador del Frigorifíco Swift.

Paradojalmente, 6 años después haría mis primeras armas como procurador primero y como abogado después en el Sindicato de Obreros y Empleados de la Carne Armour Swift de Berisso, en el cual su Secretario General, Héctor Guana, también era radical y encabezaba una conducción mayoritariamente peronista y a partir de entonces me enamoré del derecho laboral y la defensa de los trabajadores, pasión que hoy, persiste como el primer día.

En medio de la actual oleada libertaria a la cual se plegaron muchos dirigentes del centenario partido fundado por Alem, que descalifica expresa y terminantemente la justicia social, estimo cerrar este reconocimiento recordando, que fue Hipólito Yrigoyen el primer presidente argentino democráticamente electo y que su discípulo y seguidor aquí evocado, es el que salvó al constitucionalismo social ante la reforma de 1957 que solo pretendía volver a la constitución liberal de 1853/60, intención frustrada por el artículo 14 bis, definitivamente legitimado por la reforma constitucional de 1994.

Que falta nos hace dirigencia de la talla de Larralde en el campo nacional y popular.

(*) Referencias agregadas como consecuencia de las reflexiones que me formuló Roberto Rulli, militante y ex funcionario radical, ahora radicado en Vidma, Río Negro, pero oriundo y de larga trayectoria en Avellaneda, a quien envié un borrador del presente, para que lo leyera y comentara.

Oscar Cuartango es militante Peronista, ex Ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires 2007/2015, conductor de Grupo Descartes.

OPINION VOCES
Seguí a Nueva Rioja en google news

Comentarios

Últimas noticias

Te puede interesar

Teclas de acceso