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Opinión

El tiempo corre en contra de Ucrania

La ofensiva ucraniana espera romper la línea de avanzada rusa, pero es sólo un éxito táctico, sostiene el autor.
 Gabriel Camilli

Por Gabriel Camilli

Kiev informa que ha ganado terreno en el frente de Robotyne. Pero la realidad de esta anunciada contraofensiva se cuestiona cada vez más entre los poco creíbles medios occidentales. Como venimos sosteniendo en esta guerra irrestricta y de desgaste, el tiempo juega “contra Ucrania”.

Da la impresión de que alguien ya está buscando a quién culpar si la contraofensiva fracasa, afirma el coronel Reisner (de Austria) en respuesta a las críticas a la estrategia ucraniana.

La contraofensiva ucraniana, que ya lleva casi tres meses en marcha, ha sido criticada repetidamente en los medios de comunicación estadounidenses en los últimos días. La acusación: las tropas fueron mal distribuidas, por lo que no hay avances. La situación en el frente es confusa. Hemos expresado en La Prensa que no se podía iniciar una ofensiva de este tipo con una relación de poder de combate inferior desde el lado Ucraniano y sin poder aéreo adecuado.

Sin embargo, últimamente Ucrania ha informado de un aumento de las conquistas de terreno, por ejemplo en la ciudad de Robotyne. Según nuestros informes se produjeron feroces combates alrededor de Robotyne. Por lo tanto, la ciudad de Robotyne es de particular importancia para los ucranianos porque es un lugar que define el final de la llamada línea de puestos avanzados de combate. Es decir, detrás de esta línea de puestos avanzados, están las posiciones principales hasta el pueblo de Tokmak, que conduce al campo principal de combate ruso. Con la ofensiva ucraniana se espera romper esta línea de puestos de batalla y luego poder atacar las posiciones principales. Sin embargo la caída de la ciudad de Robotyne en manos de las fuerzas ucranianas, es solo un éxito táctico.

Contraofensiva

Funcionarios estadounidenses anónimos dijeron al New York Times que Ucrania necesitaba centrar sus recursos de contraofensiva en el sur de Ucrania, ya que han estado distribuyendo equipos y tropas demasiado ampliamente y con poco efecto. (Ver https://www.nytimes.com/2023/08/22/us/politics/ukraine-counteroffensive-russia-war.html)

Esa forma de pensar ha llevado a Ucrania a invertir recursos en la región oriental de Bakhmut y sus alrededores, desconcertando a los militares estadounidenses, según el informe.

Esta maniobra en amplio frente ha dejado recursos inadecuados en el sur del país, donde el plan es que Ucrania corte las líneas de suministro de Rusia y apunte al puente que une el país con Crimea, según han pregonado diferentes fuentes occidentales.

También en estos días hemos leído declaraciones del jefe del ejército ucraniano respecto a que Kiev está al borde de un gran avance. Sobre ello podemos reiterar que no debemos olvidar que la guerra también se libra en el ámbito de la información. Los informes anteriores de los principales medios estadounidenses han cuestionado cada vez más si la ofensiva ucraniana realmente logrará su objetivo.

También es interesante que el Jefe de Estado Mayor de los Estados Unidos, Mark Milley, dijera que la línea del puesto de avanzada del campo de batalla ya había sido traspasada.

El viernes 25 de agosto, el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor de la Defensa estadounidense, afirmó en una entrevista con la televisión jordana al-Mamlaka que los ucranianos han “penetrado la primera línea de defensa rusa”. El general probablemente se refería a los avances realizados por el ejército de Kiev a lo largo del frente sur, en particular en un sector preciso: el de Robotyne, ciudad situada a lo largo de la ruta Tokmak-Melitopol.

Milley, durante la entrevista, admitió una vez más que la contraofensiva ucraniana avanza a un ritmo más lento de lo esperado (el inicio de las operaciones se remonta a la primera semana de junio) y afirmó que aún es demasiado pronto para definirla como un éxito o un fracaso, calificando el esfuerzo ucraniano de “muy sangriento, lento, largo y difícil”.

Pero el hecho es, por supuesto, que las ofensivas históricamente largas que no conducen a resultados concretos normalmente terminan fracasando y la pregunta es si eso ahora también podría amenazar esta ofensiva ucraniana.

Cambio de estación

El tiempo juega en contra de Ucrania. El verano se acaba. A ambos contendientes le quedan algunas semanas más hasta la próxima temporada de lluvias, por lo que la próxima temporada de barro y luego el invierno están a la vuelta de la esquina.

Las próximas lluvias de otoño, es decir, la próxima época de lodo, llamada Rasputiza, está muy cercana y, automáticamente, marcará el inicio del fin de esta ofensiva, sin importar en qué punto se encuentre en ese momento.

Tradicionalmente, las primeras lluvias a finales de septiembre o principios de octubre inician esta fase. El suelo, antes muy seco, se convierte en barro, dificultando mucho el avance. Esto no impide la posibilidad de desplegar tropas a pie. Pero tiene la gran desventaja de que no pueden desarrollar el poder de choque, de golpe y de impacto de las formaciones blindadas, que necesitan terreno seco. “Todas las mentiras que se han dicho durante más de un año y medio: los ucranianos están ganando, las causas ucranianas son justas, los rusos son malvados, los rusos son incompetentes; todo eso se está derrumbando”, dijo el Coronel norteamericano MacGregor a un periodista estadounidense. “Y está colapsando porque lo que está sucediendo en el campo de batalla es horrible”. En ese sentido, el ex asesor del Departamento de Defensa durante el Gobierno del presidente Donald Trump, afirmó que Ucrania ha perdido 400.000 hombres durante el conflicto con Rusia.

Y luego continuó diciendo” “Estábamos hablando de 300.000 a 350.000 hace unos meses. En el último mes de esta supuesta contraofensiva que iba a barrer el campo de batalla, perdieron al menos 40.000”, dijo MacGregor.

El exmilitar y alto funcionario añadió que hay entre 40.000 y 50.000 soldados ucranianos amputados y que “los hospitales están llenos”. “Las unidades ucranianas se rinden a los rusos no porque no quieran luchar, sino porque ya no pueden. Tienen tantos heridos que no pueden evacuarlos”.

Lo que se observa en la actualidad es que los rusos son muy capaces de mover reservas móviles, y que los ucranianos tienen problemas para impedirlo. Para ello, necesitarían sistemas de armas de largo alcance apropiados.

Lo que necesita Ucrania

Entonces podemos preguntarnos: ¿qué necesita Ucrania para impedir el despliegue de fuerzas de reserva rusas?

Necesita toda una gama de diferentes sistemas de armas que tienen que trabajar juntos e integrados como sistema. El Ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, ha señalado con vehemencia durante las últimas horas que desplegar el F-16 sí marcaría la diferencia en el campo de batalla. Eso es cierto, y es notable porque durante los últimos 18 meses hemos escuchado repetidamente que los rusos no tienen supremacía aérea sobre Ucrania. Sin embargo, Reznikov dijo recientemente que el F-16 servirá para acabar con el dominio ruso en el aire. Esto nos indica claramente que a menudo se dicen y publican cosas contrarias a la realidad.

La parte rusa es perfectamente capaz de crear grandes problemas a Ucrania utilizando sus helicópteros de ataque y sus aviones de combate. Por lo tanto, Ucrania necesita aviones de combate (lo hemos dicho varias veces) para mantener a raya a los rusos y también sistemas antiaéreos tácticos para proporcionar una pantalla protectora para las tropas que avanzan hacia el sur. Sin embargo, ¿aún podría tener éxito la contraofensiva?

La historia de la guerra está llena de ejemplos en los que fuerzas derrotadas han logrado avances que no se creía que fueran capaces de lograr. Por ejemplo, podría ser “que surja un impulso propio debido a un gran avance, por ejemplo”. Esto podría provocar una reacción de pánico por parte del ejército ruso, similar a lo que ocurrió en Járkov. Cuestión poco probable en función de la situación militar tal cual está planteada hoy en el terreno.

El análisis más realista nos lleva a pensar que: Ucrania se haya sobrepasado en el uso de sus reservas en los últimos días en esta guerra de desgaste que le impone Rusia y estas reservas sean en realidad las fuerzas que se necesitarían para consolidarse, entrar en el próximo invierno y prepararse para una próxima ofensiva mejor pertrechados y adiestrados. Dada la situación actual, el conflicto será todavía muy largo y lo más probable es que la contraofensiva encalle mucho antes de haber conseguido sus objetivos estratégicos.

El ejército ucraniano no necesita llegar a las costas del mar de Azov para cortar las líneas de suministro entre Crimea y el territorio de la Federación Rusa ya que basta con avanzar otros 15/20 kilómetros para ser capaz de apuntarles con artillería (cohetes), también es cierto que para obtener un alto el fuego desde posiciones de fuerza es necesario alcanzar un objetivo político, que es precisamente el de aislar ese istmo de tierra ocupado por los rusos.

Hasta ahora sólo se puede decir que hay combates feroces e intensos y que Ucrania está utilizando todo lo que tiene a su disposición. Así que ahora, claramente, estamos ante una determinante lucha de voluntades. Volvemos a repetir que nuestros análisis son profesionales y objetivos. No vendemos humo ni espejitos de colores como muchos opinólogos influidos por la guerra cognitiva que llevan adelante las fuerzas enfrentadas. La niebla de la Guerra 2.0.

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