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Opinión

Vehículos eléctricos: el futuro de la movilidad sostenible

Un futuro más sostenible y amigable con el medio ambiente forman parte de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Para el año 2050, los vehículos eléctricos serán el medio de transporte de uso masivo en el mundo.
Mauricio Fernández

Por Mauricio Fernández

a Agenda 2030 de las Naciones Unidas nos ofrece un marco sólido para orientar nuestras acciones hacia un futuro más sostenible y amigable con el medio ambiente. En el debate actual sobre el futuro de la movilidad en América Latina, se destacan dos perspectivas fundamentales: la de las políticas públicas y la de las empresas. Ambas tienen visiones valiosas y complementarias, y juntas pueden allanar el camino hacia un sistema de transporte más sostenible y eficiente en la región.

El día mundial del vehículo eléctrico, que se conmemora el 9 de septiembre de cada año, busca concientizar acerca del uso de los coches sostenibles o eléctricos, y su impacto positivo en la conservación del medio ambiente, contribuyendo a la reducción del volumen de gases de efecto invernadero ocasionado por los vehículos convencionales. Se proyecta que, para el año 2050, los vehículos eléctricos serán el medio de transporte de uso masivo en el mundo, debido a su eficiencia y sostenibilidad.

¿Cómo estamos hoy en materia de movilidad sustentable?

Si bien, desde el punto de vista de las políticas públicas, la transformación hacia la movilidad sustentable es un camino a mediano-largo plazo, se celebra el hecho de que se estén tomando decisiones que prioricen, cada vez más, el medio ambiente y la calidad de vida de las personas.

En Mendoza, por ejemplo, existen colectivos eléctricos que son 100% ecológicos. Entre los principales beneficios de este tipo de vehículos, se destaca que no producen emisiones tóxicas y reducen la dependencia de recursos naturales no renovables, como el petróleo.

Sin embargo, desde la perspectiva empresarial, aún se necesita tomar medidas que impacten en el corto plazo. La tecnología actual nos brinda herramientas que generan resultados inmediatos en términos de control de emisiones, reducción del caos vehicular y mejora de la eficiencia económica. Es importante comprender que podemos comenzar a cambiar nuestras prácticas con decisiones inteligentes. Los nuevos formatos, como los autos eléctricos, las bicicletas eléctricas y el car sharing, pueden desempeñar un papel crucial en la creación de ciudades más sostenibles.

En el caso de Argentina, se encuentra en un momento de expansión en el mercado de la movilidad eléctrica, con China como uno de los principales proveedores de equipos. En el primer semestre del año se patentaron en Argentina 4.672 vehículos híbridos y eléctricos; identificando un crecimiento de los vehículos MHEV (Vehículo Híbrido Eléctrico Suave, por sus siglas en inglés) en consecuencia de la incorporación de esta tecnología en los modelos de alta gama que antes venían con motorización naftera y ahora la incorporan como estándar. Además, es importante destacar que las tecnologías utilizadas en baterías de litio de nivel AI (Inteligencia Artificial) y cargadores cuentan con sistemas de seguridad que garantizan su funcionamiento adecuado y la protección del usuario.

Sin embargo, debemos recordar que el cuidado del planeta no debe separarse del cuidado de las personas. Los usuarios tienen un papel clave en este cambio ya que, modificando sus conductas, pueden contribuir a ciudades más habitables y seguras. La educación para los conductores basada en datos del uso del vehículo, por ejemplo, puede contribuir significativamente a la movilidad sostenible.

La movilidad sostenible es una necesidad urgente. Debemos aceptar e incorporar las oportunidades que la tecnología nos brinda para preservar la vida humana y el medio ambiente. Sin embargo, debemos abordar los desafíos culturales y logísticos que impiden una adopción más amplia de vehículos eléctricos y sistemas de transporte más limpios.

Es fundamental trabajar en la creación de una infraestructura adecuada y en el desarrollo de una red de carga de energía renovable. También debemos abordar la cuestión de las baterías, su autonomía y su disposición al final de su vida útil.

La movilidad sostenible es un objetivo alcanzable, pero requiere el compromiso tanto de las políticas públicas como de las empresas y los individuos. Al abrazar esta visión, podemos avanzar hacia un futuro en el que la movilidad sea más eficiente, más limpia y más segura para todos.

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