Los productos alimenticios con etiquetado frontal continúan llegando a la provincia y cada vez hay más en las góndolas de los supermercados. Golosinas, galletas, snacks, gaseosas, entre otros, ya se encuentran con insignias que advierten sobre el exceso de grasa, sodio y calorías de esos alimentos.
En este sentido, al ser consultada sobre qué opinión tiene sobre el nuevo etiquetado que de apoco va apareciendo en algunos productos, Páez señaló que “me gustaría que ese etiquetado sea más informativo, que informe las calorías que contiene el producto en grande, no solo que hable de los excesos en azúcares, sino que sea más explicativo para que el consumidor a penas lo vea lo descarte”.
Asimismo, advirtió que “es un avance porque es muy importante que la gente tome conciencia de que es necesaria esta información y nos va a llevar tiempo analizar, entender e interpretar lo que dice la etiqueta”.
“Es una buena iniciativa y al consumidor le va a llevar tiempo interpretar el detalle, es por eso que los nutricionistas tendremos una gran tarea en hacer educación con el paciente, enseñarles a leer el etiquetado de todos los alimentos que es lo que nos permite saber qué es lo que estamos consumiendo, qué ingredientes estamos introduciendo a nuestro organismo, qué aportan a nuestro organismo y qué cantidad para poder prevenir todas las enfermedades que puede llevar los excesos de estos alimentos”, agregó.
Del mismo modo indicó que “como nutricionista, puedo decir que es muy importante el impacto que va a tener la información de las etiquetas en los alimentos. Desde que se creó la Ley 27.642 que es de la promoción saludable, el fin que se tiene es garantizar el derecho a la salud a través de una promoción de una alimentación adecuada. Esta Ley lo que busca es brindar información nutricional simple y comprensible de todos los alimentos envasados y bebidas”.
En tanto, la especialista explicó que “el objetivo del etiquetado es prevenir la mal nutrición en la población es por eso que se advierte sobre el exceso en componentes sobre la azúcar, sodio, grasas entre otros nutrientes”.
Del mismo modo advirtió que “es muy importante que la gente tome conciencia y cuando vea ese etiquetado pueda indagar más sobre el producto que tiene en sus manos. En lo personal, considero que el etiquetado solo dice los excesos, pero hay que ir al dorso del producto donde está la información nutricional en donde se podrá ver el valor energético, qué tipo de grasas saturadas, si tiene fibras y proteínas y qué cantidad. Hay que ver todos los ingredientes que vienen con el producto, porque junto con ellos vienen los aditivos y los conservantes”.
“En la cuarta encuesta nacional de los factores de riesgo del año 2019, el exceso de peso en nuestro país es casi del 62%, es decir que seis de cada 10 personas presentan sobrepeso y obesidad. En nuestra provincia el indicador es del 62,7% por lo que esta cifra es alarmante no solo por la obesidad sino por todas las otras enfermedades que esto conlleva”, sumó.
A su vez sostuvo que “debemos hacer una buena elección de los productos a la hora de ir a hacer las compras al supermercado, hay que estar en alerta a los productos que estamos consumiendo, de detenernos a analizar y nosotros como nutricionistas debemos trabajar más en enseñar a la población en cómo se interpreta la información de las etiquetas”.
Al finalizar, la especialista resaltó que “hay que tomar mayor conciencia de la importancia de la información nutricional, estamos viendo un aumento de casos de obesidad, aumento de enfermedades coronarias, aumento de un síndrome metabólico en temprana edad”.
“Es alarmante ver chicos con 17 años con presión alta y colesterol elevado, triglicéridos altos. El etiquetado es una alerta para que el consumidor conozca qué es lo que está por consumir y es una gran ayuda”, cerró la nutricionista”.
Es preciso resaltar que el Gobierno reglamentó la Ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable, conocida como ley de etiquetado frontal, que tiene como objetivo advertir a los consumidores sobre los excesos de grasas, sodio y azúcares en los productos, con el fin de ayudar a combatir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos.
CUÁNDO CAMBIARÁN LAS ETIQUETAS
Tras la reglamentación publicada en marzo de 2022 , las pymes tendrán un año de margen para adecuarse a la ley, mientras que las grandes empresas tendrán un plazo de seis meses hasta tener que exhibir los octógonos en sus productos.
Asimismo, el proyecto prevé dos años de adecuación extra para aquellas firmas que inicien un proceso de adaptación de nutrientes. La aplicación de la medida, no obstante, no podrá superar los dos años a partir de la obligación de cumplimiento de la ley y esto no es prorrogable.
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