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Sociedad Efemérides. Pedro Ignacio de Castro Barros

Recuerdan el nacimiento de un gran prócer riojano

Una vida entre el saber, la religión y la política de su tiempo.

De acuerdo a las consultas a historiadores entendidos en el tema, un día como hoy, de 1777 nacía Pedro Ignacio de Castro Barros, el presbítero que llegó a la Asamblea que firmó el acta de independencia argentina, en Tucumán, ese histórico 9 de julio de 1816. 

Según Juan Aurelio "Alilo" Ortiz, "siempre se sostuvo que el día del nacimiento fue el 31 de julio, aunque algunos historiadores se aventuran a decir otras fechas. Si su primer nombre es Pedro, es por la costumbre de que un hijo lleve el nombre de su padre", expone Ortiz, en su libro "¿Quién fue Castro Barros?", editado bajo la Ley Nº 6539. Su padre fue el salteño Pedro Nolasco de Castro y Paz y su madre, la riojana Francisca Jerónima Barros Aguilar. 

"Mientras que el segundo nombre, Ignacio, obedece a la costumbre de ponerle el nombre del santo que marca el almanaque. En este caso, 31 de julio, día de San Ignacio de Loyola, del que después será un gran devoto. Curiosamente nació y murió un año antes que San Martín", comentó Ortiz.

"Cuando tendría unos 10 años, abandonó la casa paterna y se trasladó a Santiago del Estero. Allí completó los primeros elementos del saber con don Inocencia Arias, amigo de la familia. En el museo se conserva la gramática en la que estudió latín", describió.

"En 1791 se trasladó a Córdoba para hacer humanidades, retórica, filosofía en la universidad, siendo favorecido con una beca de estudio que le otorgó el gobernador, a solicitud del director padre Sullivan, "atenta su pobreza suma y su sobresaliente habilidad" , que le posibilitó vivir en el colegio Monserrat, que en ese tiempo era un "convictorio" o pensionado y no tanto un colegio como lo es hoy", aseveró.

"Entre los títulos que fue obteniendo durante su carrera se mencionan el de maestro en filosofía y artes, doctor en teología y posteriormente bachiller en derecho civil. A todo esto, ya había sentido el llamado de Dios al sacerdocio. En 1797 y como alumno del colegio conciliar de Nuestra Señora de Loreto (hoy seminario mayor) solicita que sean tenidas en cuenta "sus grandes inclinaciones de obtener las sagradas ordenes". Su deseo se cumplió el 31 de diciembre de 1800, cuando monseñor Angel Mariano Moscoso lo ordena como sacerdote", relató Ortiz, en esta publicación.

En este sentido, también se puede indagar sobre el estilo literario que usaba el prócer riojano. Al respecto, la gran y recordada Isabel Mercol lo encuadró en el Neoclasicismo. "Es un acabado ejemplo de aquellos intelectuales que tenían la voluntad de dignificar al hombre, lo cual significaba la gen en que el hombre era dignificable. En muchos pensadores de Mayo, la independencia estalló antes que a propia revolución. Era una independencia de ideas, gobernada por la racionalidad, aunque no alejada de lo académico y lo retórico", indicó la profesora. Cabe resaltar que para el 9 de julio del 2016, mientras se cumplían los 200 años de la Independencia, se realizó una sesión especial de la Cámara de Diputados, que se trasladó a la localidad de Chuquis. Allí Mercol ponderó la escritura de Castro Barros y dejó un mensaje claro para la clase política riojana, que todavía hoy puede seguir remarcándose: "Lean, lean y lean". 

Castro Barros, en La Rioja, que dependía de la diócesis de Córdoba del Tucumán, fue cura y vicario foráneo. En Córdoba, fue nombrado en 1813, como misionero apostólico de toda la diócesis y en 1825 apareció como capellán del monasterio de Santa Catalina. En Cuyo fue visitador eclesiástico en 1829. Por otra parte, en Montevideo se dedicó a predicar misiones populares y dar ejercicios espirituales "ignacios", llamados así porque fueron creados por San Ignacio de Loyola. Estas actividades se refieren cuando, al despedirse de la Patria dice "Me hallo resuelto a cambiar de posición y destino al seno de otra república y consagrarme exclusivamente al negocio único necesario".

En esta edición Ortiz destaca un hecho por demás significativo en la vida de los riojanos y del país. Y es que, estando en lo que se llamó Asamblea del Año XIII, le piden que predique la Oración Patriótica, con motivo del quinto aniversario de la Revolución de Mayo. El presbítero riojano dijo en esa oportunidad: "El venturoso día 25 de mayo del año 10 despertó de su letargo el vasto Continente de la América del Sud, para que rompiese sus inveteradas cadenas, recuperase sus antiguos derechos y ocupase un distinguido rango entre las naciones libres del mundo". 

"Son precisamente los cuatro conceptos que aparecen en el Acta casi con las mismas palabras. Provincias de Sudamérica, violentos vínculos, derechos de que fueron despojadas y nación libre. No encontré documento alguno que respalde la posibilidad que le hayan copiado, pero el hecho de que su Oración Patriótica estaba impresa me lleva a sospechar que habrían ayudado a crear una determinada manera de pensar y hablar", publicó "Alilo" Ortiz, quien informó que Castro Barros tuvo una preponderante actuación en el día histórico en que se declaró la Independencia. Castro Barros murió el 17 de abril de 1849 por "la enfermedad de la piedra", que en términos más populares sería "cálculos".

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