Por CATALINA SARRABAYROUSE
Fuente: Mundo Poder
Justamente éste recorrido por el coaching ontológico es lo que la llevó a trabajar con las Corporaciones. En esta área demostró que las habilidades ágiles , la empatía, los valores y un gran corazón ; son el camino al éxito en las áreas de Recursos Humanos y así lo demostró durante 20 años teniendo a cargo grandes dotaciones en empresas nacionales e internacionales .
La versatilidad la caracteriza y no sólo trabajó en el área empresarial. Tal vez fue su bagaje cultural y su formación en distintos aspectos lo que le permite poder zambullirse de lleno en distintos ambientes. Tal vez su capacidad innata para poder desenvolverse en variados ecosistemas. O tal vez es esa niña interior que a los ocho años en la Patagonia argentina juntaba frutas y ya sabía que quería ser feliz. Algo de todo esto - o todo esto en conjunto también - es lo que la posibilita a nadar como pez en el agua en distintos ríos.
Es así que a lo largo de su carrera realizó coaching a directores técnicos de equipos de Primera División y a jugadores de fútbol buscando identificar sus herramientas interiores y potenciarlas al máximo nivel. Pero también trabajó en el ambiente de la política en la Presidencia del Senado de la Nación Argentina y con Fiscales de la Justicia. Y con empresas multinacionales de primer nivel como Supervielle, Citibank, Bancolombia, American Express, entre otros. Su formación académica cruzó fronteras y se formó en escuelas de Londres, Estados Unidos y España.
A la hora de hablar con ella su frescura se percibe, pero también su recorrido académico. Cris habla de coaching y lo relaciona con la mayéutica de Sócrates y las primeras ágoras griegas. Entiende que para poder trabajar de esto, la diferencia la hará quien más dedicación y empeño le haya puesto a su propia formación y por eso es que a su carrera de historia la amplió con un MBA en recursos humanos, Posgrado en Salud y Gestión de Calidad en servicios de Salud. Viajó a Londres y Estados Unidos para formarse con Anthony Robbins, a Barcelona para estudiar sobre el Alto Rendimiento Deportivo y con su curiosidad y sed de conocimiento voló durante toda su vida en búsqueda de perfeccionarse.
La misma mujer que se para frente a un auditorio rodeado de cientos de personas y logra dejar a cada uno de los presentes con la boca abierta cuando habla de la posibilidad de lo que podemos llegar a SER, es la misma que logra que un jugador de Primera División de Argentina pueda mejorar su rendimiento y golear en su club. Y con esa misma pasión con la que celebra que un futbolista de élite logre sacudir la red de un equipo rival, se ofrece como voluntaria en Médicos Sin Fronteras o acompaña a empresarios para que puedan fortalecer sus equipos.
Una de las frases que lleva como bandera es: “Todo es cuestión de enfoque” y lo que ocurrió en los últimos años es un claro ejemplo de eso. En uno de los momentos de mayor adversidad a nivel mundial, cuando la pandemia por el Covid-19 sacudió al mundo entero, ella supo sacar belleza de aquel caos. Trabajó con pequeños emprendedores y los ayudó a sostener sus negocios y potenciarlos a pesar del viento en contra. La escucha activa, la mirada empática y la convicción en un trabajo transformador la acompañaron dándole los resultados.
Al momento de recordar aquellos días evoca a Viktor Frankl, el neurólogo, psiquiatra y filósofo austriaco que en el medio de la oscuridad y sufrimiento de Auschwitz pudo crear la logoterapia y trabajar en la visualización. “Ese hombre sobrevivió por la construcción lingüística de su pensamiento. Ese es el salvataje”, relata.
Para Cris todos los seres humanos son iguales, pero la gran diferencia rige en la preparación que cada uno tiene para enfrentar las distintas adversidades que puede presentar la vida. Los valores innatos a cada individuo son los que a final del día servirán para afrontar lo que está adelante y en cada uno de sus empleos busca potenciarlo. También reivindica que “los seres humanos vivimos en un mundo de conversaciones y ese conversar trae consecuencias” y en su recorrido apuntó y apunta a que esas consecuencias sean positivas.
A la hora de trabajar con sus clientes apela a su propia capacidad innata que le permite escuchar, observar e identificar los aspectos que existen en quien llama a su teléfono en búsqueda de coaching. Cris sabe cómo encontrar el don. Quien escucha su trabajo, podría llegar a pensar que tiene un superpoder y sin dudas lo tiene aquel que logra que un otro se entregue a la aventura de exponer sus miserias y dejar ver sus virtudes. Una vez que los encuentra se sumerge en el viaje de la confianza para poder potenciar y mejorar la realidad de quien trabaja con ella.
Sin embargo, hay un aspecto que no negocia: la congruencia. Cris sostiene que sólo logran sus cometidos quienes cuyo pensamiento coinciden con sus acciones y este un requerimiento determinante para poder trabajar con ella.
“Yo no estoy sola. Estoy con Sócrates, Heráclito, Eurípides, Alejandro Magno, Copérnico, Julio César, Da Vinci, Bach... Me es fácil la vida con ellos. Leo, me formo...el conocimiento es lo que a mí me dio poder. Si yo solo estudio coaching, me quedo renga”, cuenta con la sinceridad y humildad que la caracteriza.
Cris cree en el coaching ontológico como una herramienta fundamental para acompañar a pensar y, como vive como piensa, es que eligió dar clases de Formación de Coaching en la UBA (Facultad de Medicina). Día a día aplica ésta forma de pensar a su forma de vivir, cree en la posibilidad de cambio y progreso. Sabe que quien decida mejorar lo podrá lograr, tal como hizo ella a lo largo de su vida, sólo es cuestión de saber trabajar con la inteligencia emocional. Por todo ello, es que en cada encuentro busca que quien se cruza en su camino pueda quedarse con la idea de que “la recompensa viene de adentro, eres tú la recompensa”.
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