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El álbum consagratorio de Depeche Mode

Para el año 1988, DM ya se había vuelto lo suficientemente popular como para llenar el Rose Bowl Stadium, pero todavía no se había establecido definitivamente en el mainstream propiamente dicho, aunque todo esto cambiaría con el disco que hoy nos convoca.
Sebastián Bertolosso / @sebabertolosso

Por Sebastián Bertolosso / @sebabertolosso

En la primera mitad de los años ‘80, cuando Depeche Mode era solo una banda muy joven de synth-pop sin mucho impacto en Estados Unidos, ya que los de Basildon, Inglaterra, no tenían el glamoroso look de Duran Duran ni eran tan caricaturescos como toda la escena del New Romantics que rotaba en MTV, aunque si bien contaban con dos sólidos sencillos como “Just Can’t Get Enough” y “See You”, su buena reputación seguía siendo en gran medida en el under. Pero con el tiempo, Depeche Mode se endureció y comenzó a cantar sobre cosas locas como “S&M” en “Master and Servant” o tolerar a tu prójimo en “People are People” que el grupo empezó a ser tomado más en serio en los Estados Unidos.

Para el año 1988, DM ya se había vuelto lo suficientemente popular como para llenar el Rose Bowl Stadium, pero todavía no se había establecido definitivamente en el mainstream propiamente dicho, aunque todo esto cambiaría con el disco que hoy nos convoca.

“Violator” es el séptimo trabajo de estudio de la banda y terminó teniendo un éxito tan descomunal como improbable antes de su salida al mercado. Las letras del compositor y cerebro musical Martin Gore hasta ese momento trataban sobre temas delicados como la religión, las relaciones humanas con todas sus complejidades y el sexo, tópicos que distaban muchísimo de la liviandad que había en la escena pop de la época y que en este disco el compositor iba a referirse aún con mayor intensidad. Si bien las letras y la composición estaban a cargo de Gore, el vocalista Dave Gahan con su virtuosa voz y avasallante carisma se convertiría en el líder de la agrupación. De este modo la dinámica de trabajo Martin escribe Dave canta venía siendo la norma, hasta que para este trabajo Gore optó por dejar de traer los demos casi terminados, para dar lugar también a los aportes del tecladista Alan Wilder, quien trabajó con el coproductor Mark “Flood” Ellis en arreglos y texturas.

World In My Eyes

Pero este no sería el único cambio, ya que desde este disco empezó a tener gran protagonismo en la banda la adición de la guitarra eléctrica que le otorgó a los sencillos “Personal Jesus” y “Policy of Truth” un toque de rock y blues que se combinó con las irresistibles melodías de Gore, llevando a ambas canciones al top 40, siguiendo así el exitoso camino que venían emprendiendo desde su anterior LP, “Music for the Masses” del año 1987. Como todo éxito a gran escala, el lanzamiento de “Violator” trajo a Depeche Mode una audiencia completamente nueva que elevaría su popularidad a la estratosfera.

La placa comienza con “World In My Eyes”, en la cual Gahan interpreta a un agente de viajes que seduce e invita a una amante a seguirlo a un lugar donde el placer reina y todo lo demás deja de existir. A esta temática se suma la música magistralmente creada en la cual brillan los ganchos de sintetizador y las bases, y diferentes capas sonoras que van en un crescendo junto a la genial voz de Gahan que lo abarca todo. En segundo lugar llega “The Sweetest Perfection” en la que de alguna manera se invierten los papeles del track anterior, siendo esta una balada intrincada con bases y teclados épicos en la cual la voz de Martin Gore tiene que ver con la impotencia frente a la tentación, ya sea una referencia al sexo o a las drogas, no se aclara bien, pero sugiere un aspecto autodestructivo en la búsqueda del placer del narrador. A continuación llega uno de las grandes canciones no solo de este disco sino de toda la carrera de Depeche Mode, me refiero ni mas ni menos a la ya legendaria “Personal Jesus” que tiene un clima en el que conviven de manera genial lo gótico con el rockbilly, con un pulso eléctrico que lo domina todo. Se trata de un homenaje al amor obsesivo, inspirado en el libro de Priscilla Presley sobre su vida con Elvis. El aura del rey impregna todo el tema en gran parte por la épica guitarra de Gore que otorga un ambiente que remite a los estudios Sun Records de los años ‘50. El track numero cuatro es “Halo”, en la que Gahan continúa la temática que dejó en “World In My Eyes”, llevando los límites un poco mas allá para un tipo de placer que ahora admite que podría ser pecaminoso. La música es oscura pero muy contundente y las cuerdas le dan un toque épico y un aire de elegancia que la enaltecen aun más.

“Waiting for the Night”, aparece en quinto lugar y nos trae algo totalmente distinto, tanto en la música como en su letra, ya que nos presenta a un Dave Gahan que está mirando a la luna, disfrutando del silencio y la tranquilidad, y tratando de bloquear el temor de la existencia diaria. El tema numero seis es también otro más (y van…) de los himnos más grandes no solo de la banda sino de la historia de la música popular: definitivamente “Enjoy the Silence” es el mayor éxito comercial de Depeche Mode que comenzó como una balada de teclado que Wilder propuso y el resto de los integrantes del grupo la fueron convirtiendo en una melodía bailable. La seductora cadencia del ritmo refuerza las letras, que una vez más se centran en una clase de felicidad que no analizan detalladamente: “las palabras son muy innecesarias / solo pueden hacer daño” es una de las mejores líneas que Gore ha escrito.

A continuación llega otro momento altísimo del disco con “The Policy of Truth” en la cual la guitarra de Gore se vuelve a robar el espectáculo, cortando el coro con un riff de seis notas y la letra de Martin Gore (la mejor de todo el disco) magistralmente interpretada por Dave Gahan nos dice: “Tenías algo que ocultar / Debiste haberlo ocultado, ¿no?” Acá lo que escribe el compositor histórico es que el error cometido tarde o temprano sale a la luz y ya no puede rectificarse realmente, por más que quieras confesar: “Es tiempo de pagar el precio/Por no escuchar el consejo / Y decidir en tu juventud / Sobre la política de la verdad”. Y es que Depeche Mode nos plantea una filosofía de lo que realmente debemos ocultar o mostrar en nuestras relaciones. La frase “Polícy of Truth” es en cuestión, algo fascinante, sugiere un tipo de justicia divina o fatal en el sentido de que la persona que vive de acuerdo con ella morirá si no puede adaptarse según las circunstancias. “Solía ser civilizado”, reflexiona Gahan sobre el pasado de esta persona, que fue erradicada en el momento en que eligió la honestidad: “Siempre te preguntarás cómo / habría sido si solo hubieras mentido”. Y, una vez más, no hay vuelta atrás: “Es demasiado tarde para cambiar los eventos / Es hora de enfrentar las consecuencias”. Acá no existe el perdón porque la verdad, según esta política va a ser condenada brutalmente de una vez y para siempre. Hacia el final la letra nos sugiere que se debe usar un mejor juicio: “Oculta lo que tienes que ocultar / Y decir lo que tienes que contar”. Pero el narrador sigue sugiriendo que la persona que está asesorando simplemente no aprenderá: “Verá que sus problemas se multiplican / si decide continuamente / Perseguir fielmente / La política de la verdad”. Lo que luego lleva al estribillo con el que todos los reincidentes pueden identificarse: “Nunca más fue lo que juraste / El tiempo anterior”. Brillante por donde se lo mire, una genialidad que se adapta absolutamente a todas las relaciones humanas. El cierre llega en primer lugar con “Blue Dress”, que es una canción que toma una vieja idea de cómo las chicas lindas hacen que uno quiera actuar de manera muy divertida y gastar su dinero y hacen que el mundo gire en torno a ellas, y en segundo lugar y para concluir la placa aparece “Clean”, con un clima casi espiritual en el cual Gahan brilla con su voz acompañado de una épica guitarra, y un adictivo pulso de bajo y bateria, del cual se hablará mucho de su similitud con “One Of These Days” de Pink Floyd, especulándose con que ese fragmento fuese un sample. Alan Wilder llegó a reconocer la similitud, pero aclaró que fue resultado de programar una combinación de un sintetizador análogo con un sample de bajo.

En definitiva “Violator” fue el disco que consagró definitivamente a Depeche Mode a la escala global y además se ganó el respeto tanto de sus colegas de todos los géneros musicales, como del público en general y la crítica especializada y no es para menos, ya que el álbum es una auténtica obra maestra que ha influenciado a generaciones enteras.

Hasta la próxima.

INFLUYENTE

ARTISTA: DEPECHE MODE

ÁLBUM: VIOLATOR

FECHA DE LANZAMIENTO: 19 DE MARZO DE 1990.

DURACIÓN: 47:02 MIN.

PRODUCCIÓN: DEPECHE MODE, FLOOD.

SELLO DISCOGRÁFICO: SIRE/REPRISE & MUTE RECORDS.

MUSICA DEPECHE MODE VIOLATOR
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