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Lucio Saavedra: un talento musical de Nonogasta que cautivó a Francia

El compositor y autor chileciteño que residió 40 años en Francia, y coronó su carrera como músico, con su obra cumbre y universal: "Cantata patagonia". Nonogasta fue la madre de otro representante cultural e internacional con ADN riojano.
Sara González

Por Sara González

Lucio Saavedra nació en Nonogasta, en el mismo mes en que la sangre riojana se convierte en Chaya, a los 5 días de febrero de 1947. Su primera infancia estuvo teñida de viñas, risas, juegos y atardeceres entre montañas. A muy temprana edad sintió el ritmo en el corazón, las notas musicales despertaron su pasión con el baile, aquella fue la primera llamada que tuvo la herencia del arte en sus genes, y con la ternura de sus años fue labrándose un futuro que ya lo tenía como protagonista.

El patio de tierra recién regado se perfuma con la vid, la parra diseña sombras apacibles sobre el rostro de Lucio y me invita a tomar asiento, espera a que lo haga para lucir su caballerosidad. Él tiene el rostro marcado por el tiempo y el dolor, la mirada cansada pero aun jovial, su humor es pícaro, y guarda intactas mil historias con tinte de risas en todas ellas.

“A veces me presiona el alma en el pecho, y entonces vengo a respirar mis recuerdos” lo expresa con el genuino sentimiento que la nostalgia deja translucir en la voz. Me empieza diciendo que era un Chango inquieto y amaba bailar. Fue así que comienza a tomar clases de danzas folclóricas, el ritmo siempre estuvo en su piel. A los 10 años se trasladó a Buenos Aires con su familia, se instalan en un barrio porteño muy frecuentado por los artistas del momento. Cierta tarde el murmullo de las voces que ensayaban despertó su interés, contaba con 12 años, cuando Ernesto Cabeza, integrante de Los Chalchaleros, advierte la mirada hipnótica de Lucio, mientras él ejecutaba su guitarra. Empezaron así, sus clases con el maestro, aquel patio era centro de tertulias, encuentros y epicentro de creaciones musicales. Donde grandes referentes como, Atahualpa Yupanqui, Eduardo Falu, Polo Giménez, Abel Figueroa, entre otros, le dieron un marco académico a sus inicios musicales. Absorber de forma tangible, el talento y enseñanza de eminencias folclóricas, en su edad más fresca, fue sin dudas un aliciente único para su historia.

Continuo estudiando 7 años más danzas Folclóricas, hasta conformar su propio grupo, llamados Los Colorados del Monte. Toman notoriedad, y predeterminados por el destino, participan en un programa televisivo, del cual emerge Víctor Heredia, entre otros… Siguió en ascenso su camino, hasta encontrarse con boletos de Avión en mano, y un amigo que lo aguardaba en Paris. Las escenas que Lucio describe con inusitada lucidez, detalladamente, son muestras claras de la magnífica vida que lo acuno por cuatro décadas en Europa. Llegar hasta los escenarios donde ejecuto la guitarra, interpreto, bailo, y lucio su autoría como músico, no fue una senda fácil.

En primeras nupcias se casó con una princesa India, aunque más tarde se separan. Vuelve a casarse, y funda su familia, sin embargo la tragedia lo golpeo al perder a una de sus hijas. No siempre fueron pétalos en el camino, los amargos tramos de dolor, también estuvieron presentes en su vida. En contrapartida su carrera artística no tuvo un momento sin satisfacciones.

El Templo de la Música Latinoamericana en Europa, fue su escenario compartido con los mismos grandes que admirara en su infancia. Atahualpa, Raúl Maldonado, Paco Ibáñez, entre varios artistas que visitaban la capital Francesa. Casi en simultáneo empezó a grabar su primer trabajo discográfico, más adelante crean junto a Aldo Ariel, Hugo Muslera, y Raúl Maldonado. El grupo Folclórico Los Argentinos, difundiendo así la música por varios países Latinoamericanos. Realizaron giras por Alemania, Dinamarca y Suecia, en 1974 graba con Los Calchaquí, varias obras discográficas. Entre las que figuran La Misa Criolla, y la banda original de sonido de la película: Estado de sitio, del director Costa Gavras. A partir de ahí, participa en diversos programas de televisión Francesa y otros canales Europeos. Desde el año 1976 trabaja con textos y música, del director y arreglador gales Richard Sanderson.

Desde 1986 se dedica a componer música de diferentes géneros, que van desde bandas de películas, y programas de televisión, música de temáticas étnicas cultural sobre los pueblos preincaicos de la Argentina. Dentro de las cuales finalmente nace su obra cumbre, Cantata Patagonia. La misma cuenta con 9 movimientos, no obstante solo fueron grabados algunos de ellos. El sublime trabajo de Lucio componiendo esta Obra increíble, de movimientos dulces, con tempos perfectos, de armonía impecable, acerca el alma al lugar más divino y sacro que el ser humano pueda vislumbrar frente a una composición musical de tal envergadura.

Tras volver al país, Lucio, se instaló en Buenos Aires, donde trabaja en su estudio, como Informático Musical, generando siempre un espacio exclusivo que le permite disfrutar de su primer amor, el folclore y la danza. Ser participe prestigioso de las peñas Porteñas, es el descanso merecido y placentero tras años de creación, arduo trabajo y despliegue internacional. Se distingue Cantata Patagonia. Tras el encuentro que tuvo Lucio con el arreglador Coral y Sinfónico, Martin Palmeri. Quien le dio el último toque para convertirse en una majestuosa obra universal.

El plácido paraje de Nonogasta parte de la perla Riojana, vuelve a dejar un legado en mayúsculas para la posteridad, una huella imborrable de talento ineludible, con la humildad que caracteriza a los magnánimos hombres del arte. Lucio atesora anécdotas agraciadas, autóctonas y tan bondadosas como la esencia de su ADN. Nació cuando el corazón Riojano se viste de blanco, y las coplas enaltecen la poesía entre quebradas y montañas. Su Prolifero trabajo como interprete, autor y compositor resulta relevante para la cultura Riojana ante el mundo.

“Vengo desde Malligasta pensando nomas, que lindas fueron las fiestas de San Nicolás. Voy llegando a Nonogasta, mi pueblo natal (…) quiera Dios que pa el otro año yo pueda volver. Con mi cajita chayera cantando otra vez, unas chayas y vidalas y un canto de fe. En nombre de aquellos fieles que no han de volver.”

Cantata Patagonia, es reconocida como la creación cumbre de Lucio, importante aporte a la cultura del país, hacia el mundo. Los premios y homenajes que recauda en la actualidad, el músico y autor, van dela mano con su talento. Eternizado en sus obras su legado siempre estará ligado a su amado Nonogasta.

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