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1591 Cultura + Espectáculos ENTREVISTA

Pablo Esteban Gatica: con voz propia

Dueño de un estilo poético particular, Pablo Esteban Gatica construye su historia desde la búsqueda de la belleza en la oscuridad del mundo, trazando un camino en el que el lenguaje se afianza sobre un concepto de humanidad que intenta disipar los individualismos para construir en lo colectivo. Mirada comprometida con el universo que lo rodea, pero también con un decir que se sumerge en las profundidades del ser, para que el estar no sea un estadío pasajero, sino el perdurar en cada palabra que nos ofrenda.
Fernando Viano

Por Fernando Viano

El diálogo con Pablo Esteban Gatica no puede pasar por otro lugar que no sea el de la profunidad de la palabra al servicio de una reflexión que, por estos días, se torna absolutamente necesaria. Observador atento de la realidad a la que analiza a diario desde las diferentes perspectivas que le otorga su preparación personal y profesional, se sumerge en lo cotidiano de un mundo que no solo lo desvela, sino que también lo moviliza a dejar una marca, una huella que perdure más allá de su tiempo.

Esa marca y esa huella es su poesía, pero no es únicamente su poesía. En su recorrido conviven diferentes búsquedas que le permiten indagarse hacia su interior, pero también y al mismo tiempo abrir su universo hacia un exterior que lo muestra ligado a otras actividades como el teatro, la música, el periodismo, la comunicación, la enseñanza y una amplia generosidad en su ofrenda más genuina: la de su humanidad en forma de lenguaje.

Nacido y criado en un ambiente en el que las letras estuvieron presentes desde siempre, con un padre que supo atravesar desde la escritura todos los límites y fronteras y con un hermano mayor que lo motivó en el trascendental arte de la lectura, desde muy pequeño Pablo comenzó a dar forma a una voz propia, ubicada en su manera de expresar fuera de toda influencia, pero abrazando a todos los géneros por los que fue incursionando desde esa sana inquietud y curiosidad por todo lo que lo rodea. A partir de allí, precisamente, es que comenzó a dar forma y sustento a su nombre para convertirse en un referente de nuestras letras, aún cuando desde su modestia ligada a su honestidad intelectual asuma que queda mucho camino por recorrer, mucho por aprender y también mucho por dar.

“La poesía de Pablo Esteban Gatica es poesía comprometida con la esencia del ser, poesía constructora de conciencia, según las propias palabras del autor. Poesía que puede ser un instrumento para que la vida se transforme y modifique. Hay un universo personal, estético, y literario que abraza a todos los poemas, los envuelve y los incluye. Su mirada recorta fragmentos de la realidad y los describe, a veces, con desgarradora precisión. Como él mismo lo manifiesta, Pablo Esteban Gatica es un artista ‘testigo de nuestro tiempo’, marcado por las heridad de este tiempo que no acaban de cerrarse”, supo afirmar la profesora Mónica Petrigliano al prologar en noviembre de 2013 el libro “Demasiado infinito”.

De la poesía de Gatica, y más específicamente de su segunda publicación “Buscar belleza en la oscuridad del mundo” también afirmó el gran Ramón Navarro: “En tus poemas Pablo, se desenlaza un torbellino formidable de imágenes y sensaciones iluminadas e iluminantes. Los vocablos y los símbolos, sobre todo los diferentes por vos creados, tienen una potencia fenomental. Son verdaderos ‘gritos silenciosos’”. Y otra grande de nuestras letras, Lucía Carmona, señaló: “Y la humanidad te duele Pablo a través de tu historia. Te duele como un trago de sangre. Hermoso libro este segundo de Pablo Esteban Gatica. Un libro de esperanzas doloridas, pero al fin, esperanzas. Un libro para esperar el mañana”.

¿Pero qué podría resultar mejor que el propio Pablo Esteban Gatica para expresar sus definiciones sobre la poesía y contar sobre sus procesos creativos? ¿Qué más importante que la palabra del propio autor para establecer sus puntos de partida, sus fundamentos existenciales y su devenir de poeta inevitable?

El diálogo con Pablo Esteban Gatica no puede pasar por otro lugar que no sea el de la profunidad de la palabra al servicio de una reflexión que, por estos días, se torna absolutamente necesaria. Y es precisamente desde ese espacio que se establecer el encuentro con 1591 Cultura+Espectáculos. Desde la amplitud de una mirada que no se detiene y que no deja de buscar ese más allá en que quedar como la memoria de un atardecer abarcando el cielo de su expresar lo esencial en donde finalmente somos. Con voz propia.

¿CÓMO LLEGASTE A LA POESÍA? ¿CUÁLES CONSIDERAS QUE FUERON LOS CAMINOS QUE TE LLEVARON HACIA ESE GÉNERO?

Bueno, no sé si tiene que ver con tu pregunta pero haciendo un poco de historia personal, yo amo la lectura desde muy pequeño, cuando iba al jardín, veía a mi hermano mayor Gabriel leer historietas y me daba envidia (risas); le pedía que me las leyera en vos alta, por eso a mediados de cursar primer grado, con seis años aún, ya había aprendido a leer a toda velocidad, me devoraba las historietas que encontraba: Patoruzito, Condorito, revista Anteojito, y cuando ya estaba por ingresar a segundo grado, descubrí las maravillosas historietas de editorial Columba (El Tony, D’artagnan, Intervalo, Fantasía, Nippur Magnum) que eran tan extraordinarias que alternativamente podían ser leídas por niños, adolescentes y hasta adultos que amasen la literatura popular hecha con calidad, y donde descubrí al monumental, genial e insuperable guionista paraguayo Robin Wood. En segundo grado con siete años comencé a leer mis primeros libros como Cuentos de la Selva de Horacio Quiroga y Cuentos Populares de La Rioja de Zacarías Agüero Vera, en tercer grado con ocho años de edad leía a Salgari, a Verne, y ese mismo año leí el Martín Fierro completo, que me encantó. Desde cuarto grado en adelante, me es difícil hacer memoria porque ya leía de todo, y todo el tiempo. Pero te diría que mi amor a la lectura mucho tuvo que ver con esa sana envidia a los cinco años de ver a mi hermano mayor leer historietas y además siempre, en toda la primaria y secundaria, me compartía todo lo que a él le gustaba después de leerlo. Y la suerte, obviamente, de crecer en una casa llena de libros, porque mis padres trabajaron durante muchos años, durante los últimos años de la dictadura militar, de vender libros de editoriales diversas.

Y DE ALLÍ A LA ESCRITURA...

Ya de grande, a los 24 años escribí mi primer cuento, “Crimen y Sentido”, (que después terminó siendo publicado en una antología). Yo tenía la intuición de que quería escribir, aunque no sabía qué; si bien cuando en la secundaria me prestaban revistas con letras de rock nacional, tenía cierta sensación de que quería y podía hacer algo parecido a eso. Pero después del primer cuento sentía que no tenía talento para lo narrativo, como es el caso del cuento o la novela o tal vez la historieta, y que para el ensayo o la investigación me faltaba madurez. Pero a los 26 años escribí mi primer poema de “desamor”, y caí en la cuenta de que eso lo podía realizar con cierta comodidad y quizás algún talento. No tengo la pretensión de creer que la poesía es el más elevado de los géneros, como dicen algunos, por el contrario, es el más accesible de todos, es muy común que muchos escritores comienzan por la poesía como forma de práctica sin publicar, hasta que llegan a otro género que les satisface más. Obviamente, lo que hicieron los grandes poetas de la historia como estrategia, fue encontrar la manera de elevarse de la medianía y en su propio estilo, crear un artefacto poético más elaborado y más profundo que la media. En mi caso, para no aburrirme ni aburrir al lector, creo modestamente que encontré una suerte de voz propia, que consiste en que mis poemas están atravesados por el resto de los géneros: hay poemas míos que tienen algo de narrativo, como si fueran pequeños cuentos; hay otros que tienen algo de la orden del ensayo; algunos están estructurados en diálogos como si fueran mini guiones de teatro, otros repiten estrofas deliberadamente como si fueran estrofas de canciones, algunos tienen un desarrollo similar al de una crónica periodística, por momentos introduzco algún aforismo al pasar, y hasta introduje algunas frases poéticas propias de ciertas historietas argentinas. O sea, todo lo que aprendí en mis estudios periodísticos, en mi cursado de teatro, en mis clases particulares de música y mis lecturas personales, lo meto absolutamente adentro de mis poemas. No inventé nada nuevo sin dudas, esas mixturas poéticas existen desde siempre, tan solo que no se las profundizó demasiado o bien cada poeta elegía una sola de las mismas, en cambio yo trato de explorarlas aún más y combinar con todos los géneros al mismo tiempo, que sean como mi marca literaria personal.

¿EN QUÉ MOMENTO Y CÓMO TE DISTE CUENTA DE QUE QUERÍAS DESARROLLARTE COMO ESCRITOR?

Supongo que fue cuando ya tenía una cantidad de poemas suficiente como para publicar un primer libro, y entonces ahí se me prendió la lamparita de que eso podía ser el inicio de algo que me gustaría hacer toda mi vida. Entonces edité mi primer libro de poemas en diciembre de 2013, “Demasiado Infinito”. Además, veía que estaba logrando algo que parecía un estilo propio, y que tenía muchas ideas que me gustaba transmitir por ser mi visión del mundo, de la vida, de la sociedad – que quizás otros no la tenían- y que, periodísticamente hablando, a veces lo que opinás se pierde con el tiempo en el olvido, pero en lo artístico, que viene en esa envoltura de belleza propia de todo arte, emociona y además se mantiene en el tiempo, y además por el hecho de estar en libro, perdura más. No me considero aún un escritor, solo tengo dos libros publicados y poemas o cuentos míos fueron incluidos en tres antologías, pero ojalá algún día tenga la suficiente cantidad de material publicado para considerarme a mí mismo un escritor. Incluso suelo comentar que escribo poesía, pero no suelo definirme diciendo “soy poeta”, aun me da pudor denominarme así delante de los demás.

ES INEVITABLE, EN ESTE PUNTO, PREGUNTARTE POR LA INFLUENCIA QUE PUDO HABER TENIDO LA PRESENCIA INELUDIBLE DE TU PADRE. ¿EN QUÉ ASPECTOS CONSIDERÁS QUE SU POESÍA, QUE SU LITERATURA, INGRESÓ EN LA TUYA?

Bueno eso es distinto de lo que la gente puede pensar. En verdad, como te decía, en lecturas y gustos, al menos hasta terminado el secundario, me influenciaba mi hermano mayor y después ya empecé a buscar autores por mi propia cuenta. Además, mi hermano publicó su primer libro antes que yo, y escribía ya poemas y aforismos muy maduros durante su escuela secundaria. De mi padre, desde siempre me encantaba lo que escribía; a mis 11 años se publicó el disco de la Cantata Riojana con esas maravillosas letras que descubrí, y después seguí leyendo todo lo que publicaba hasta el día de hoy y obviamente me gustaba mucho todo, porque sus poemas nada tienen que envidiarle a ningún poeta del mundo, de antes ni de ahora, pero no lo tenía como una influencia consciente. Además, recién cuando yo me fui acercando a los 40 años comenzamos a hablar más de literatura o de temas de adultos, pero él no era un hombre de hablar demasiado de cómo escribía, ni tampoco nos obligaba a escribir ni nos enseñaba a escribir con tal o cual técnica, es muy reservado en todo lo que hace. Con mi hermano fuimos autodidactas en esto del amor a la lectura, y la escritura nos llevó mucho tiempo de aprendizaje por ensayo y error. Pero después de ver mis poemas publicados, creo que inconscientemente, sin yo buscarlo, dejé asentadas algunas influencias de mi viejo que al principio no me daba cuenta, como las de hacer algunos poemas casi narrativos, como especie de mini cuentos, y también quizás me influyó en buscar un estilo elaborado pero que parece simple porque es accesible al entendimiento de cualquier lector, no tiene nada de hermético. Quizás también en la importancia de un mensaje que haga reflexionar y al mismo tiempo emocionar al lector, que no sea tan solo algo puramente estético que no transmita nada más allá de cierto trabajo con la forma de la palabra. Es posible que eso (que también lo tienen otras poetas de la historia que me gustan) sea una influencia inconsciente que me llegó de leerlo y yo no me daba cuenta. También supongo que el perfeccionismo de no publicar a las apuradas, sino dejar los poemas guardados, esperar un tiempo y después corregirlo al descubrir muchos errores, aprendí de observarlo a él hacer eso.

¿EN ALGÚN PUNTO, SER HIJO DEL GRAN GATICA, TE CONDICIONÓ EN TU ESCRITURA? ¿CÓMO VIVÍS ESA PARTICULAR CIRCUNSTANCIA?

Esa es una muy buena pregunta. Porque en algún punto mucha gente debe creer que ser hijo de un escritor tan relevante me lo hizo todo más fácil, y para nada fue así. Quizás me ayudó crecer en un ambiente familiar literario y conocer a ciertas personas del mundo de la escritura, amigos de mi padre, lo cual se me hizo habitual; pero en lo creativo y en la valoración del público de lo que uno hace, uno la tiene que pelear como cualquier otro escritor que recién se inicia. Lo mismo cuando se trata de conseguir alguna editorial que te publique, todo cuesta como a cualquier hijo de vecina. Siempre explico que en este tema hay dos tipos de personas que se me acercan. Por un lado, los que de verdad quieren conocer lo que uno hace, descubrir si lo que uno crea con tanto esfuerzo y dedicación tiene valor o no, te dan la oportunidad y cuando descubren lo que haces y les gusta, te lo dicen con mucha alegría, y además quieren conocerte como persona. Pero están los que se acercan solo porque sos el “hijo de” y nada más, y te das cuenta por la conversación que no les interesa mucho saber lo que vos haces, más bien te ven como una especie de personaje extraño que escribe por su apellido y porque no tiene otra cosa mejor para hacer. Y hay incluso quienes te quieren poner a prueba por ser “hijo de” pero en el peor de los sentidos con actitudes desagradables, así que permanentemente se dan las dos situaciones, la buena y la mala. Recuerdo, también, que, al principio, me preguntaba yo si lo mío tenía que ser la poesía, si en verdad no tenía que buscar algún género que mi padre no hubiera escrito, ni que mi hermano tampoco hubiera escrito, algo como la novela, el ensayo, o la dramaturgia, o historietas; era como que me resistía un poco. Pero bueno, se ve que nací para la poesía, es lo que mejor hago y me gusta, es algo más fuerte que yo, que no lo pude evitar, un género que sé que lo hago bastante bien y de lo cual estoy muy orgulloso en su resultado final. Es curioso también porque si bien es común para la gente que haya, suponte, familias de músicos, familias de bailarines, de pintores, de actores, la gente en cambio –me da la sensación- no está acostumbrada a ver familias de escritores, en mi familia somos tres con mi hermano (y sin contar que por parte de madre soy sobrino de Ariel Ferraro, primo hermano de mi madre y gran amigo de mi padre) y me da la sensación de que a mucha gente les parece raro, como si una escribiera por comodidad familiar o por aparentar, y no porque fuera algo natural. O quizás seguramente porque las familias de escritores son poco usuales; no lo sé.

AL MARGEN DE ESTA INFLUENCIA PRIMARIA, ¿HAY OTROS ESCRITORES/LIBROS QUE TE HAYAN INFLUENCIADO?

¡Que pregunta tan difícil de contestar! Por qué las influencias fueron muchísimas, y no tan solo poetas: novelistas, cuentistas, ensayistas, guionistas de historietas, letristas de canciones, dramaturgos, escritores de todas las épocas y diversos países. Además, creo que la auténtica formación cultural o de lectura no acaba en leer solo literatura, sino que es imprescindible leer de todo: historia universal, psicología, sociología, filosofía, economía, pedagogía, espiritualidad y religiones comparadas, historia de las artes, biografías, y ahí tenés otra enorme cantidad de autores que me gustaron y me es difícil resumir e incluso reconocer cuántos de ellos pueden haberme influido. Siempre me llama la atención los que limitan su influencia en cualquier arte a solo uno o dos nombres, cando en realidad es muchísima la gente que a uno lo influye, consciente o inconscientemente. Aunque creo si, y en esto hago como una reflexión aparte, pero te podría decir que un poco cierto espíritu para mi poesía que sigo buscando, tiene que ver con aquello que siempre me gustó de la historieta argentina para adultos, en donde, en un solo género, podías mixturar todos los géneros, formatos y temáticas al mismo tiempo, sin limitaciones de ningún tipo. Y sobre todo ellos se destacó en el gigantesco guionista paraguayo Robin Wood, autor de gemas como Nippur de Lagash, a quién dentro del formato de historieta podes encontrarle la mágica y seductora combinación de cuento, novela, dramaturgia, guión de cine, poesía, ensayo (filosófico, social y psicológico) todo al mismo tiempo en cada uno de sus capítulos. Y en cuanto a temática, Wood podía pasar con facilidad del realismo social al romanticismo, de la épica histórica y bélica a la ciencia ficción, del policial negro al fantástico y terminar en el relato de humor, no había límites para su creatividad abrumadora; fue sin duda uno de los más grandes escritores que dio la literatura universal en los últimos dos siglos en mi opinión, que se hubiera merecido el premio Nobel más que unos cuantos que lo recibieron, aunque muchos se perdieron de conocerlo por el prejuicio de no leer historietas. Pero fue admirado por referentes tan importantes como Umberto Eco, Federico Fellini y Julio Cortázar. Además, sus historias contadas en cuadritos, enseñaban mucho sobre la vida misma, te mostraba lo profundamente trágico y angustiante de este mundo y al mismo tiempo te brindaba todo el tiempo esperanzas y motivos para seguir amando la vida, que te daban consuelo y energía en los peores momentos.

¿POR QUÉ ELEGÍS LA POESÍA? ¿QUÉ ENCONTRÁS EN LA POESÍA QUE NO HAYA EN OTROS GÉNEROS? ¿QUÉ ES LA POESÍA PARA VOS?

Bueno, vuelvo a lo que te mencionaba en la primera pregunta. La poesía, cuando está bien hecha, es una feliz síntesis que te permite expresar lo que necesitarías en lo extenso de otros géneros artísticos, en algo más breve, tanto a nivel emocional como a nivel racional o reflexivo. Al principio a todos nos sirve como ejercicio de escritura porque es más fácil escribir cuando sos muy joven un primer poema que un primer cuento, una primera novela o un primer ensayo. Ahora, si vamos a “lo poético”, en el sentido de una forma de belleza indescifrable que se encuentra no solo en todos los géneros literarios si no en todas las artes y en la vida misma, como cuando contemplás una puesta de sol, un mar, una lluvia con tormenta eléctrica, la risa de un bebé, los juegos de un niño o los ojos de una mujer amada, creo que es algo imprescindible para la felicidad del alma; la belleza poética también es alimento necesario, aunque no nos demos cuenta. Y, por otra parte, la poesía al igual que cualquier arte, es la posibilidad de sacar afuera algún pensamiento que nos persigue, y necesitamos expresarlo, hacer esa catarsis comunicativa, para no sufrir con tenerlo adentro. Y en esa catarsis, quizás tu pensamiento transmitido entre la belleza verbal de un poema, le está sirviendo a otros sin que uno lo sepa, en algún otro aspecto personal de su vida, como una ayuda espiritual, como una mano que uno le está tendiendo. Como digo en uno de mis poemas “Escribo para protegerme de la nada/ envuelto en el todo/ quizás algo de ese todo/ sea la poesía”.

¿CÓMO SE DAN TUS PROCESOS DE ESCRITURA? ¿HAY UN TRABAJO, UNA RUTINA DIARIA, UN LUGAR ESPECIAL, O SIMPLEMENTE ES ALGO QUE SE VA DANDO NATURALMENTE?

Me encantaría tener una rutia diaria de escritura (si en cambio tengo una rutina diaria de lectura) pero la verdad que los tiempos de la vida cotidiana no me lo permiten, y lo hago en ciertos momentos. Básicamente escribo un poema cuando hay un tema que me persigue, no me deja en paz, me obsesiona en algún modo, y necesito volcarlo en papel para calmarme y para poder comunicarlo. Sábato fue el que dijo que uno al final siempre escribe, y debe escribir, con sus obsesiones, o sea los temas que lo persiguen. Por ejemplo, las mentiras que suelen decirse para manipularnos desde el poder, todo tipo de poder, lo volqué en una poesía muy larga mía que se llamó “Tributo a las Palabras”, o un poema donde reflexiono sobre el bullyng que recibí en la niñez y se llama “Fantástico Real”, y así me pasa con todo. De cierta manera, tengo la idea de que, si no podemos vivir en mundo mejor, al menos podemos reflexionar sobre ese mundo y en cierto modo, cambiarlo, si no en la realidad, mejorarlo virtualmente desde la poesía. Ahora bien, como te hablaba de mi falta de tiempo, si bien mi hora preferida para escribir es la mañana porque tengo mucha lucidez a esa hora, a veces no me queda más remedio que escribir a la tarde. Y esa carencia de tiempo hace que me haya sentado a escribir en todo tipo de lugares, no solamente sentado en la biblioteca de mi casa, o tirado en mi cama. Muchos de mis poemas los escribí en algunos minutos libres en mi oficina, otros en un bar, escribí en el asiento de algún ómnibus viajando a Buenos Aires, escribí un poema de amor completo parado en la cola de un banco, me acuerdo, escribí dentro del auto en algún estacionamiento donde no me quedaba más remedio que esperar por algún trámite o en la sala de espera de un médico. Lo que si te digo es que cada poema mío me lleva muchísimo tiempo, debido a lo detallista y autocrítico que soy, quizás demasiado perfeccionista; es normal que haya poemas que me lleven un mes. Obvio, no un mes de escribir todo el tiempo sin parar, si no que escribo algunos versos, y luego sigo pensando mucho las ideas en mi cabeza y cuando encuentro otras que me convencen, nuevamente continúo escribiendo el poema quizás varios días después. Por otra pare soy muy detallista y me lleva tiempo cada poema; no tan solo porque persigo esa idea de mixtura de géneros, sino también por que trato de lograr un equilibro absoluto en la manera de crearlo, aunque todo eso sea muy difícil y quizás estoy muy lejos de alcanzarlo, pero me sirve como norte, como objetivo, ese equilibro o complementación de todos los aspectos, como yo lo llamo. Cuando me refiero a equilibro, quiero expresar que, en la poesía, y en realidad en géneros y artes de todo tipo, muchos se inclinan por desarrollar o cuidar ciertos aspectos de la creación, y yo en realidad quiero desarrollarlos todos dentro de mis modestas posibilidades. Por ejemplo, hay poetas que se inclinan solo por el trabajo estético y minucioso en la palabra, pero no tienen un contenido profundo ni original, no hay ideas, reflexiones o pensamientos a transmitir; al mismo tiempo hay poetas que muy preocupados por transmitir un “mensaje” no tienen originalidad ni creatividad en el formato literario, y trato de que ambas cosas estén trabajadas. Asimismo, tenés poetas que son sencillos de entender porque hay poco laburo en su literatura, y otros que son excesivamente herméticos, imposible acceder al significado de lo que escriben; y yo creo que se puede transmitir una poesía que sea muy elaborada en su técnica, pero transparente, sencilla de entender hasta para un chico que apenas está por ingresar al secundario. De igual modo, hay poetas que solo ponen énfasis en los aspectos emocionales del poema, así como otros que son pura y excesivamente racionales para crear, y yo intento que lo mío sea algo que te haga reflexionar mucho, como una especie de ensayo breve, y también te emocione todo lo posible. Es por todo esto que te refiero, que me lleva tanto tiempo terminar cada uno de mis poemas. Quizás me autoimpongo demasiado y realmente no llego a lograr ese equilibro entre todos los aspectos, pero al menos es importante para mi proponérmelo como norte, como un punto adonde quiero llegar.

¿QUÉ NOS PODÉS CONTAR DE “DEMASIADO INFINITO”? ¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE PARA VOS ESE PRIMER LIBRO?

Bueno, marcó un mojón en mi vida por haber sido el primero, con todas las ansiedades y expectativas que eso conlleva, el no saber cómo lo recepcionaría el público. Después entendí que la satisfacción estaba en el hecho de haberlo concretado al editar y dejar una pequeña creación mía que quedará para siempre, que me sobrevivirá, básicamente eso, porque en poesía, que es el menos vendido y leído de los géneros literarios (así como es al mismo tiempo el más escrito) uno no se hace conocido de la noche a la mañana (a menos que escribas letras para compositores de canciones famosos), es un camino largo que puede llevarte toda una vida, entonces es mejor disfrutar del proceso que pensar en el final de una meta. Al principio no lo sabía, pero después de publicar mi primer libro caí en la cuenta de eso. Algunas personas que admiro del mundo de la escritura y la cultura me hicieron devoluciones muy pero muy elogiosas de ese libro, y eso lo consideré un primer gran logro en este camino, pero sucede que el primero lo edité a los 39 años, en cierta manera, me llevó toda una vida llegar a ese momento, perfeccionar mi escritura. Además, en cuanto a las temáticas, me gusta indagar en todo tipo de temas sociales así como existenciales individuales, que no hayan sido muy transitados por otros poetas pero que expresen muchas de mis obsesiones en el sentido de multitud de vivencias y observaciones sobre mi vida o la de otros, que busco expresar, tanto desde el punto de vista poético, como filosófico, psicológico, espiritual o psicológico, y todo eso está en esos poemas. El resultado de ese primer libro me hizo sentir muy satisfecho, y si bien cuando volvés a leer un libro con el tiempo es indudable que le encontrás defectos y tenés ganas de corregirle muchos errores o ingenuidades que se te escaparon, en lo esencial del libro me hizo sentír muy orgulloso, a pesar de que poca gente lo haya leído todavía y lo van descubriendo muy lentamente.

¿QUÉ EVOLUCIÓN ENCONTRÁS ENTRE TU PRIMER LIBRO Y “BUSCAR BELLEZA EN LA OSCURIDAD DEL MUNDO”?

Vos sabes que me cuesta mucho analizar eso desde mi propia subjetividad. Yo puse un trabajo muy intenso en ambos libros, y el resultado es extraño porque hay quienes les gustó más el primero y quiénes les pareció más acabado y sin puntos flojos, parejo en todos los poemas, el segundo. Yo no lo sé medir, a mí los dos me dejaron muy contento en cuanto al resultado, y en cuanto a los temas, creo que entre los dos logré un resumen de todas las vivencias y planteos existenciales que tuve o me hice a lo largo de mi vida y me importan, y de todas mis técnicas de escritura.

¿QUÉ SIGNIFICADO, EN LO CONCRETO, TIENE PARA VOS ESTA SEGUNDA PUBLICACIÓN?

Bueno, para mí los títulos de mis libros y poemas son muy importantes, no los elijo al azar. Así como ese título tan contradictorio como lo parece “Demasiado Infinito” (supuestamente no existe nada más grande que lo infinito) me gustó para el primer libro –en realidad significa que nuestro interior, nuestra mente y alma, son tan grandes que quizás son demasiado infinitas– me gustó para el segundo libro lo de “Buscar Belleza en la Oscuridad del Mundo”, porque el mundo es como el arte mismo, es decir, esta vida terrenal está llena de momentos difíciles, sinsabores, dificultades, angustias, injusticias producidas por el ser humano contra las demás, y todo tipo de pérdidas y momentos tristes; sin embargo, nuestra misión mientras estemos aquí es buscar la belleza de la vida como quien encuentra diamantes en medio del barro o anillos de oro en un basural, esa es la manera de ejercer la resiliencia y ser feliz. Y el arte precisamente es transformar lo que haya de triste, trágico y preocupante en la vida, en belleza, eso también es maravilloso. Por eso la dolorosa pérdida de una novia puede transformarse por ejemplo en una maravillosa canción de amor, y así con cualquier tema. Mi segundo libro, creo, representó para mi persona, la posibilidad de demostrarme a mí mismo que la publicación de mi primer libro no iba a ser algo pasajero o casual, si no que con este segundo yo terminaba de comprobar que mi tarea de escribir podía ser algo que yo realizara por el resto de mi vida, y que nunca iba a abandonar esa pequeña misión que me di y que quizás debemos darnos todos, de buscar belleza en la oscuridad de este planeta.

EN TU POESÍA HAY MUCHO DEL COMPROMISO DE LA MIRADA RESPECTO DE TEMÁTICAS COTIDIANAS QUE INVITAN A LA REFLEXIÓN Y QUE UBICAN AL LECTOR FRENTE A SITUACIONES REALES Y CONCRETAS DE LO QUE NOS OCURRE COMO SOCIEDAD EN TODOS LOS NIVELES, ¿CUÁL PENSÁS QUE ES EL ROL QUE PUEDE TENER LA POESÍA EN ESTOS CONTEXTOS? ¿QUÉ ROL LE CABE A LA POESÍA EN NUESTRO CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL ACTUAL?

La poesía como cualquier otra forma de arte, “podría” llegar a cumplir un rol importante al ampliar nuestra visión del mundo a través de la reflexión y la emoción de su belleza, indagando en puntos de vista que no siempre tomamos en cuenta sobre nosotros mismos o sobre los problemas sociales y existenciales. Pero hay varios problemas que lo impiden, muchas veces. Algunos serían los ya mencionados: poetas que ven la poesía como algo estético, pero nada más, no tiene otro fin para ellos; al igual que los poetas que son demasiado herméticos y se tornan lejanos para la gente, o bien poetas que hacen cosas muy trilladas y son aburridas e insípidas para los lectores. A su vez influye lo poco leída y difundida que es la poesía como género literario, sumado a que, seamos sinceros, a la mayoría de la gente no le gusta leer en general, sobre el tema o género que sea, lo cual es un problema. Ahora bien, durante la mayor parte del siglo XX, un vehículo sumamente efectivo para difundir y volver popular la más alta poesía, fue la canción, y lo podés ver en muchos géneros como el folklore, el tango, el rock. Lamentablemente eso se fue perdiendo y hoy la música que más se difunde y pone de moda, es excesivamente comercial, con letras banales, cuando no rayanas en la estupidez y el insulto a la inteligencia directamente, como en el caso del reaggetón o la “cumbia RKT”. Por eso digo que la poesía, podría, en potencial, llegar a cumplir un rol de testimonio de cada época y reflexión, además de su componente intrínseco de belleza, pero por ahora pareciera irse perdiendo, salvo en los pequeños círculos literarios y encuentros de poetas, donde aún subiste.

¿CÓMO OBSERVÁS, EN ESTOS CONTEXTOS, EL DESARROLLO DE LA POESÍA EN GENERAL EN LA RIOJA? ¿QUÉ MIRADA TENÉS SOBRE LAS PRODUCCIONES LOCALES? ¿QUÉ INSERCIÓN TIENE LA POESÍA ENTRE LOS LECTORES RIOJANOS?

Bueno, la pregunta sin duda tiene dos partes. En lo primero, afortunadamente, siempre que una generación se va por que cumplió su periodo de vida en este mundo, llega otra generación de escritores y siempre hay producciones de gran valor. Entonces, hay cosas muy elogiables por rescatar siempre. Por ejemplo, si tomamos los escritores de poesía que surgieron del 2000, tenemos muy buenos, tan solo que no fueron muy leídos. Por ejemplo, Martín Ptasik, excelentísimo poeta que partió al más allá siendo todavía joven, y yo creo que es uno de los mejores poetas que hubo no solo en La Rioja si no en todo el país, pero muy poquitos conocemos su obra, que ojalá algún día se reedite. Tu poesía filosófica Fernando, ya sabes que me gusta mucho. Mi hermano Gabriel editó un solo libro de poemas, pero creo que tiene una valía y una calidad enormes. Ramón Guerrero está escribiendo cada vez mejor y con búsquedas interesantes en su poesía. Hace algunos años, una muy joven poeta, Silvana Araya, publicó un libro de poemas eróticos muy cuidado y bello. Y seguramente hay otros poetas de gran valía pero que no hemos leído por que publicaron poco, o directamente no publicaron aún. Por otra parte creo que por la existencia de la carrera de letras en la UNLaR, cada vez más jóvenes se animan a escribir y mostrar lo suyo, eso es muy bueno y esperanzador. Ahora bien, siempre hay de todo, y así como hay buenos, los hay mediocres y malos, como en toda época en todo lugar. En ese sentido me preocupa que la poesía es el género más escrito y publicado en La Rioja pero no sé si por amor a la misma, sino porque también hay quienes se confunden y creen que por ser un formato tan breve, es algo que se puede realizar con ideas básicas, sin imaginación ni originalidad, sin profundidad. De eso también hay mucho, poca rigurosidad para escribir. Asimismo, hay una parte de nuestros escritores que aún reitera una y otra vez los tópicos de la poesía folklórica sin agregarle nada nuevo, porque ya antes que nosotros, hubo poetas y cancionistas que crearon bellas cosas dentro de ese rubro y lo bueno sería no copiarlos, si no intentar caminos propios. Hay quienes, dentro de lo folkórico, intentaron y siguen intentando tener su propio estilo poético; por ejemplo en el rubro canción, como Pica Juárez, Ramiro González o Miguel Marcos. Pero hay demasiados que solo copian ideas todo el tiempo, dentro del corset de lo tradicional y regional.

¿Y RESPECTO DE LA INSERSIÓN DE LA POESÍA ENTRE LOS LECTORES RIOJANOS?

Sobre la segunda parte de tu pregunta, sobre si hay inserción de la poesía en La Rioja, mi respuesta es un rotundo no. No hay tal inserción, excepto obviamente, entre quienes leen mucho porque les gusta escribir, o entre docentes de literatura. Pero salvando el fenómeno de algunas canciones folclóricas nuestras que se volvieron muy populares, y por tanto los autores de esas letras se volvieron conocidos entre los riojanos, creo que se ignora absolutamente al resto de los poetas riojanos, al menos desde el público común, de la gente en la calle. A los problemas que te mencioné en la pregunta anterior, o sea, el de la poca porción de la sociedad que le gusta leer y el de que la poesía es el género más escrito pero el menos leído, sumemos que nosotros no tenemos posibilidades de publicar en grandes editoriales nacionales o internacionales que nos promocionen, no somos Benedetti ni Neruda, en ese sentido. Eso da una suma de falta de valoración muy grande. Te doy un ejemplo personal y cotidiano: como uno sabe que la mayoría de las personas que se cruza diariamente, no querrán gastar su dinero en comprar un libro de poesía, y menos de un autor desconocido, yo le he regalado ejemplares de mis libros a muchísimas personas, amigos o simples conocidos. Te puedo asegurar que el 90% de quienes lo reciben como regalo, jamás te hacen una devolución o comentario alguno, es decir que directamente no los leen, y eso es muy doloroso para nosotros los creadores. Y te puedo afirmar que a la mayoría de los poetas que conozco acá, les pasa exactamente lo mismo. Sumale a que el sistema educativo, primario y secundario, profesorados, etc, no le da prioridad en sus contenidos a los escritores riojanos, y de hecho brillan por su ausencia en las currículas de la educación provincial.

UNA DE LAS CARACTERÍSTICAS DE TU ESCRITURA ES LA DE CREAR NUEVAS PALABRAS O TÉRMINOS QUE INTERPELAN AL LECTOR, ¿CÓMO LLEGÁS A ESA INSTANCIA? ¿CUÁL ES EL OBJETIVO QUE PERSEGUÍS EN ESTE PUNTO?

Bueno, una vez más, no creé nada nuevo, pero lo uso como herramienta sabiendo que no todos los poetas lo toman en cuenta y a mí me gusta mucho. Desde el “creacionismo” de Vicente Huidobro, pasando por César Vallejos y Mario Benedetti, se han utilizado con gran acierto los “neologismos”, es decir, la creación de palabras nuevas que no existen en el idioma castellano, basándose en la unión de dos o más palabras pre existentes. A mí me sirven porque creo que no solo agregan originalidad, permitiendo salir del aburrimiento de utilizar palabras poéticas muy desgastadas y utilizadas hasta el cansancio (tengo una lista de al menos diez palabras que trato de evitar por haber sido usadas hasta el hartazgo por algunos poetas que las exprimen para rellenar versos en todos lados) y creo que aumentan la fuerza y expresividad de ciertas frases. Por eso escribí “enfermatizados”, que es una combinación de enfermados e informatizados, ambas cosas muy relacionadas con el momento que vivimos en estos últimos años con epidemias; escribí “indigrantes” mixturando las palabras inmigrantes e indignados, para hablar de dos situaciones político-sociales que siguen dándose en el mundo. Hablé de querer caminar en un mundo “tropezante” de ternura para encontrar cariño a cada rato, relaté que a veces somos “ansiedados” porque la ansiedad nos entrega, nos “da” en acciones que no queremos realizar normalmente si nos sintiéramos bien.

¿ES POSIBLE CREAR UN LENGUAJE DESDE Y PARA ESTA HUMANIDAD?

En principio, “Lenguaje Desde Esta Humanidad”, iba a ser el título de mi primer libro, después lo descarté, pero quedó como un subtítulo del primero y el segundo libro, a modo de juego espiritual. Yo quería explicar en esa sola frase mi manera de escribir: que se puede crear un lenguaje poético, con todo tipo de técnicas literarias, pero sin permanecer encerrado en un mundo académico desconectado de la realidad y la gente -como hacen ciertos intelectuales del mundo de la lingüística y la semiología- si no que busco crear desde lo que le pasa al ser humano en su vida cotidiana, en la calle con el hombre de a pié. Una literatura que transmita humanidad, fuerza y vitalidad, no algo frío realizado en una torre de marfil. El lenguaje, y sobre todo la extraordinaria lengua castellana, es muy vasto y sorprendente, difícil de abarcar, y magníficamente se puede recombinar para recrear nuevas palabras y significados. Entonces, uno puede intentar un pequeño aporte a ese mundo de palabras como poeta, lo que no se puede pretender es creer que yo pueda lograr que todos hablen a mi modo, como creen ciertos grupos minoritarios de ciertos colectivos sociales que quieren imponer una manera de hablar a la mayoría. El habla popular se da por si sola y es lo que nos permite entendernos entre todos porque usamos palabras en común. Y en todo caso la humanidad más que un nuevo lenguaje, necesita elegir entre las palabras ya existentes la mejores: solidaridad, empatía, cordialidad, calidez, ternura, paz, creatividad, constancia, tesón, amor, amistad, voluntad, compasión, espiritualidad, y ponerlas en práctica.

A PROPÓSITO DE LOS LENGUAJES, TE RECIBISTE DE PROFESOR DE TEATRO. ¿CÓMO TE MARCÓ EL TEATRO EN TUS EXPERIENCIAS PERSONALES?

Cursé la carrera terciaria de teatro y me recibí de profesor en el Instituto Alberto Crulcich de la ciudad de La Rioja. En verdad lo hice porque me habían invitado a participar en una obra que se llamaba “Mate Cocido Concert” que dirígía el ya extinto y recordado Gerardo “Kapitan Rock” Ortiz Reimers, y descubrí ahí que me encantaba la actuación. Pero en verdad, ya sospechaba desde mucho antes que me iba a atraer, debido a que ya había pasado por la experiencia de recitar mis poemas ante gran cantidad de personas en diversas ocasiones, utilizando las herramientas de los primeros cursos de locución y oratoria que hice en forma particular cuando estudiaba mi Licenciatura de Comunicación Social en Córdoba en los años ‘90. Además de actuar en diversas obras mientras estudiaba, me di el gusto de recibirme con un trabajo final que consistió en dirigir y presentar una obra, para lo cual elegí el guión del talentoso poeta, dramaturgo y novelista riojano Aníbal Albornoz Ávila, que se encuentra radicado en la Patagonia, y que se llamaba “La Jaula de Un Hombre”; tuvo lleno total en el Espacio 73 cuando la presenté. Esta carrera me ayudó a seguir incrementando la pérdida de la timidez y seguridad ante el público que te dan todas las artes escénicas, y a explorarme a mí mismo también. Estar arriba de un escenario y recibir el amor y la energía de la gente que te mira, ya sea desde el silencio, la carcajada o el apluso, es una de las experiencias más felices que pueden existir para cualquier ser humano, nadie debería privarse de ellas alguna vez en su vida. El otro motivo por el que la cursé, fue el de también buscar alguna salida laborar como docente. Lamentablemente, la posibilidad de encontrar trabajo como docente de teatro en nuestra provincia es extremadamente limitada, no debe haber más de cinco colegios en esta ciudad que tengan la materia teatro, además por supuesto del profesorado en arte Alberto Crulcich y la carrera de artes escénicas en la UNLaR. Tampoco son tantos los elencos (si bien se está incrementando su número con el tiempo) y es reducido el público que concurre a ver las obras de teatro locales. Quisiera entender por qué el teatro no se establece como materia obligatoria desde el ministerio de Educación para todos los colegios, sería de un enorme aporte a la formación de la personalidad de los chicos, aunque también es cierto que los profes de teatro somos muy conformistas, individualistas y jamás hemos hecho un reclamo formal al Ministerio para que eso suceda. Acerca de mi poesía, te diría que fue otro aporte en esa mixtura que trato de incorporar, ya tengo algunos poemas estructurados en base a diálogos, como si fueran micro obras poéticas, de los cuales hasta el momento publiqué uno solo, “Telón Sin Amor”. De todos modos, en este momento, me doy el gusto de integrar todo lo que aprendí en periodismo, en teatro, en mis cursos de locución y oratoria en Córdoba, y en mis clases particulares de canto (la música es muy importante en mi vida) y comencé a dar cursos de oratoria persuasiva, que duran dos meses cada uno, durante este año. Voy de a poco, y espero poder afianzarme en eso y conseguir tener cada vez mayor número de alumnos, porque este curso de oratoria me da mucho placer enseñarlo, creo que son muy importantes no tan solo porque el alumno lo puede aplicar en diversos trabajos o ámbitos de estudio, sino también para elevar la autoestima y seguridad de cada alumno de oratoria en su vida cotidiana. Debería haber también cursos de oratoria en secundarios, profesorados y universidades.

ESTAS A CARGO DE UNO DE LOS PRODUCTOS CULTURALES MÁS IMPORTANTES DE LA PROVINCIA COMO LO ES LA REVISTA AGUADA. ¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE PARA VOS ESA TAREA?

En principio, te agradezco el alago de considerarla un producto importante dentro de la amplia actividad cultural de nuestra provincia. En verdad, algo de lo cual tenemos muy poco en la provincia, son ámbitos periodísticos de difusión de la cultura regional, pero que se ocupen primordialmente de lo cultural como lo más importante. Tu suplemento 1591 es una de esas excepciones, alguno que otro programa de radio y televisión, muy pocos. En nuestro caso, mi jefe de la Dirección de Extensión Cultural de la Cámara de Diputados de la Provincia, Christian Díaz Vidal, me pidió realizar una revista cultural. Entonces, comencé a esbozarla, y la bauticé Aguada, debido a la doble importancia de ese nombre para nuestra región. En una provincia tan seca como la nuestra; los seres humanos y los animales buscaban los sitios con pozos o arroyos de agua, las “aguadas”, para poder establecerse y vivir, al igual que los viajeros. A su vez, “Cultura Aguada” es una de las denominaciones que los arqueólogos les dieron a los pueblos originarios de La Rioja, anteriores a los incas. Con la ayuda de los compañeros de Extensión Cultural comenzamos a editarla en forma virtual en octubre de 2019, hace exactamente cuatro años. La idea que me propuse siempre, fue que incluyera a todas las artes y todo tipo de hacedores de la cultura además de artistas, para rescatar hacedores que no son tomados en cuenta por la mayoría de los medios de comunicación local, por desinterés o por ignorancia, lo cual siempre me pareció muy penoso. En esta revista, de aparición mensual, hemos dado a conocer tanto a las nuevas generaciones como a muchas personas de enorme trayectoria pero que están un poco olvidados o que incluso, aunque se los recuerde mucho, nadie jamás les hace una entrevista o los invita a escribir artículos, lo cual es una vergüenza. Al principio la comenzamos únicamente en formato virtual debido a la falta de fondos para imprimirla en papel, pero en parte nos benefició porque también es cierto que las personas menores de 50 años ya no leen en papel diarios o revistas, se informan por medios digitales. Actualmente tengo a cargo la mayoría de las entrevistas y reseñas de libros, junto al colega Mariano Mazzuccelli que realiza igualmente entrevistas y reseñas de álbumes musicales. También compañeros de oficina que se ocupan de la diagramación. Lo que me da también satisfacción es que Aguada se convirtió en una especie de revista colectiva, ya que hay colaboradores externos ad honorem –a los cuales no tenemos como pagarles– pero que nos aportan todos los meses con sus columnas por el puro gusto de aportar a la sociedad riojana con sus conocimientos, tales como el Licenciado en Historia Carlos Folledo, el profesor también de historia Ariel López de Aimogasta, el Profesor de Geografía experto en Medio Ambiente Víctor Fuentes o el Presidente de la Cámara de Turismo Riojano, desde Chilecito, Leopoldo Badoul. Le damos mucha importancia a que figuren los hacedores de la cultura del interior provincial. Nuestro anhelo es que siga creciendo, que las notas de esta revista sean archivos de consulta en el futuro para todo tipo de docentes, historiadores, periodistas o investigadores que quieran buscar datos sobre nuestros artistas y productores de cultura, y que incluso pueda servir para la enseñanza actual de cualquier docente. Un poco la idea es que se convierta en registro de tanta importancia como lo fue el recordado Manual de Historia y Geografía de La Rioja de los años ‘60 o los cuatro tomos de Integración Cultural Riojana de mi padre hace 20 años atrás, que la gente pueda consultar los números atrasados. De a poco, como podemos, vamos distribuyéndola entre los conocidos y pidiendo que a su vez la distribuyan virtualmente, seguimos lenta pero persistentemente trabajando en Aguada con orgullo a pesar de las limitaciones materiales. Ojalá con el tiempo esta revista logre mayor penetración entre el público riojano, e invitamos a quienes quieran enviarnos artículos culturales, que se sumen.

IMAGINO QUE, EN ESTE CONTEXTO DE HACER PROYECTOS PERMANENTES, HABRÁ NUEVOS PROYECTOS LITERARIOS EN CAMINO, ¿QUÉ NOS PODÉS CONTAR AL RESPECTO?

Tengo terminados la mayor parte de los que serían poemas para un tercer libro, que consistirá en la continuación y profundización de todas las técnicas, estilos y temas de mis dos libros anteriores. Después de eso, tirarme a la pileta e intentar otros géneros literarios que no sean poesía, pero aún no lo tengo del todo decidido, quizás algún ensayo o alguna biografía de un personaje que me produzca admiración, o recopilar algunos trabajos periodísticos míos viejos, pero todavía tengo que decidirlo, aún falta para eso, primero necesito terminar este nuevo libro de poesía.

¿QUÉ CONSIDERÁS QUE FUE LO MEJOR QUE TE PASÓ CON LA ESCRITURA, LOGROS O MOMENTOS MÁS GRATIFICANTES? ¿QUÉ LO QUE NO TE GUSTÓ, PERO QUE TE SIRVIÓ PARA CONTINUAR EN ESTE CAMINO?

Es medio confuso para mi responderte esta pregunta, porque no me ocurrió un gran momento tan rutilante en particular, para la escritura de poesía en todo caso fue una suma de pequeñitas satisfacciones: cuando un lector desconocido te dice que le gustó algo tuyo, o cuando un artista o pensador de la cultura que vos respetás y admirás elogió tus poemas, y te deja sorprendido por la importancia que le da a lo que hiciste, aunque me da un poco de pudor enumerarlos aquí, pero algunos fueron personas de la cultura realmente importantes a nivel nacional incluso. También cuando hay personas que te dicen que lloraron leyendo poemas tuyos en su cuarto solos, o en alguna presentación cuando después te confiesan que en la misma alguien lloró al escuchar algún poema que yo leí, como me pasó con “Una Religión de Abuelas”. También cuando recitando mis poemas en Espacio 73 el año pasado, junto a músicos, donde también vos participaste con tus poemas, me animé a cantar en público por primera vez, más allá de que aún necesito perfeccionarme mucho en la técnica de canto. O alguna vez que recité poemas junto a mi padre y hermano Gabriel, un verdadero trio poético y familiar. Son una suma de pequeñas satisfacciones que equilibran a la suma de frustraciones por lo duro que es dar a conocer lo de uno y luchar contra la indiferencia ante la lectura en general y la poesía en particular, hasta el punto que incluso gente a la que le regalaste en persona tu libro, no lo lee jamás. Excepcionalmente, recuerdo que una vez, increíblemente, me tocó por determinadas razones, que me invitaran a decir un poema mío en el encuentro nacional de poesía de Cosquín, justo el día en que debe haber sido más concurrido en toda su historia, a fines de enero de 2011, porque ese mismo día leía sus poemas el entonces candidato a Premio Nobel Ernesto Cardenal. Leí un poema de mi primer libro de fuerte denuncia social, que se llama “Llanto de la Salina” y fue increíble cómo le gustó a ese público que aplaudió a rabiar, y había casi mil personas de público ese día; fue increíble. Pero por fuera de eso, es más bien una suma de pequeñas satisfacciones antes que recuerdos de algún gran triunfo.

LA POESÍA VIENE GANANDO ESPACIOS EN DIFERENTES ESCENARIOS, COMO POR EJEMPLO LAS REDES SOCIALES, ¿CÓMO OBSERVAS ESTE TIPO DE FENÓMENOS? ¿QUÉ MIRADA TENÉS AL RESPECTO?

Si te refieres a grupos de poesía que se arman en redes sociales donde la gente comparte sus poemas escritos o los lee por zoom, es muy positivo en cuanto a que le otorga a personas que de otros modos se sentirían aisladas, la posibilidad de encontrar pares y de sentir que no están solas en lo que hacen, de sentirse estimulados a seguir creando. Lo que no creo, es que hasta el momento haya servido para insertar la poesía en la sociedad, de difundirla más. Veremos qué pasa a futuro.

¿PENSÁS QUE LAS PUBLICACIONES TRADICIONALES VAN PERDIENDO PRESENCIA FRENTE A ESTOS NUEVOS FORMATOS?

Si me hablás de revistas o diarios culturales, sin duda que han perdido presencia, es un fenómeno mundial, como te mencioné en la pregunta sobre mi revista Aguada, las generaciones menores de 50 años ya no leen medios masivos que se editen en papel, eso está estudiado y encuestado, del mismo modo que las nuevas generaciones, menores de 40, ya no escuchan radio. Distinto es el libro en papel, que todavía se mantiene entre los lectores, pero la feroz crisis económica que tiene nuestro país desde hace años, ha convertido al libro en un artículo suntuario, un lujo inaccesible para la mayoría de la población. Igual lo sufren los escritores, porque en este momento debido a la inflación cuesta carísimo editar un libro. Creo que eso influencia en que muchos están optando también por descargar los libros que pueda desde internet para ver si los leen en pantalla o los imprimen en alguna fotocopiadora, pero por el momento, en Argentina, la crisis económica espantosa que tenemos está conspirando en contra del libro en papel y achicando las posibilidades de la gente de acceder a la cultura.

¿EN QUÉ HAY QUE MEJORAR EN LA RIOJA PARA QUE LA POESÍA Y LA LITERATURA EN GENERAL SEA UN PUNTO DE ENCUENTRO Y NO UNA CADENA DE ESFUERZOS INDIVIDUALES?

¡Ojalá tuviera la receta para contestarte! Pero verdaderamente no lo sé. Posiblemente, si los escritores somos desunidos, más allá de que hay grupos que intentan impulsar cosas positivas como la SADE local, los talleres de Adriana Petrigliano, el grupo ERA, pero a pesar de eso no hay tampoco muchas tareas en conjunto, incluso con el impulso que da la nueva Licenciatura en Letras de la UNLaR, o de la Feria del Libro de la Provincia, pero tal vez se deba a que socialmente los riojanos somos más desunidos de lo que creemos. Creo que en realidad todo es un reflejo de la sociedad en que vivimos, es duro, pero hay que decirlo. Porque también vi que en otras artes locales hay competencia y desunión. Y la sociedad como te dije tienen eso de apoyar poco a los escritores nuevo o viejos, pero poco conocidos. Te comento de nuevo ese ejemplo que me pasa todo el tiempo, y no soy el único que le pasa: como yo sé que mis libros de poesía no son un elemento que se vaya a vender mucho, más bien casi nada, no tengo ningún problema en regalar ejemplares a amigos cercanos o simples conocidos, o incluso a personas que acabo de conocer en el mismo día y me cayeron muy bien. ¡Pero el 80% de la gente que recibe tus libros de regalo, dedicado y todo, no lo lee jamás! Te das cuenta por que nunca vuelven a hacerte un mínimo comentario del mismo, alguna devolución por sencilla o elemental que sea, nada de nada, silencio absoluto. Es duro y doloroso para el creador literario riojano. Me interesa señalar esto, porque a veces, ni entre escritores se leen los libros que se regalan mutuamente, en verdad de todas las cosas, es la más decepcionante y triste que me han sucedió en esta tarea de escribir con tanta dedicación y detalle y dar a conocer lo de uno. Yo por suerte, por mi tarea de comentar, de hacer reseñas literarias en revista Aguada, estoy al tanto de muchos de los libros nuevos que se van editando en La Rioja, los leo a casi todos los que me llegan.

¿QUÉ CONSEJOS PODRÍAS DAR A QUIENES ESTÁN INICIANDO SU CAMINO CON LA ESCRITURA?

En verdad no me considero en condiciones de aconsejar nada a ninguna persona que quiera escribir, yo aprendí por ensayo y error después de continuados fracasos, y no es el mío un buen ejemplo para nadie. Cuando mucho puedo dar opiniones personales que ignoro si a alguien le servirán o no. Les diría en principio como opinión, que nunca dejen de leer mucho y acerca de todos los temas existentes, para enriquecer tanto su técnica de escritura como sus conocimientos de cultura general que le permitan escribir, esto parece obvio, pero algunos en el apuro de publicar no toman en cuenta estas dos cosas. Luego, corregir mucho antes de publicar, no apurarse a publicar o subir a las redes lo que uno hace, darle un tiempo de maceración. Tratar también de conseguir un equilibrio: ni sentirse menos que nadie, teniendo fe en uno mismo, en lo que uno hace; pero tampoco caer en la soberbia o tratar sin respeto al resto de los que escriben, no perder la humildad. En cuarto lugar, no desalentarse, saber que este es un muy largo y lento camino y donde no es fácil lograr reconocimiento en el sentido de gran cantidad de personas, a veces uno tendrá la idea de que lo que uno publicó no le interesa a casi nadie, pero pensar, como dijo algún famoso escritor, que si uno escribe y publica es por una gratificación interior y porque simplemente no puede dejar de hacerlo. Y, sobre todo, porque es el aporte que uno puede hacerle al mundo, si al menos como en mi caso, soñó siempre por luchar con su granito de arena por un mundo mejor. Como suelo remarcar, lo que yo busqué siempre con mis libros, es que sean de utilidad para los demás, no una simple experiencia estética, de belleza superficial. Que al lector le sirvan para algo según lo que quieran: para emocionarse, para sentirse reflejados en alguna vivencia o pensamiento y estar menos solos, para recibir una reflexión o punto de vista sobre un asunto que sienta que le aportó a su vida algo distinto o le cambió su visión sobre algún tema existencial, o como consuelo ante algún momento de dolor, ante una profunda tristeza, pero que en definitiva lo sientan como objeto de arte y pensamiento lleno de humanidad y nobleza espiritual, que les aportó alguna cosa buena y necesaria en su vida.

SOBRE PABLO ESTEBAN GATICA

NACIÓ EN LA RIOJA. ES LICENCIADO EN COMUNICACIÓN SOCIAL, PROFESOR EN DOCENCIA SUPERIOR Y PROFESOR DE TEATRO. SE DESEMPEÑÓ COMO COLUMNISTA CULTURAL EN RADIO Y DURANTE DIEZ AÑOS COLABORÓ CON ARTÍCULOS DE OPINIÓN PARA EL SUPLEMENTO CULTURAL DEL DIARIO EL INDEPENDIENTE. PUBLICÓ EL LIBRO DE POEMAS “DEMASIADO INFINITO (LENGUAJE DESDE ESTA HUMANIDAD) EN EL AÑO 2013. EN EL AÑO 2018 PUBLICÓ “BUSCAR BELLEZA EN LA OSCURIDAD DEL MUNDO (LENGUAJE DESDE ESTA HUMANIDAD II). POEMAS Y CUENTOS SUYOS FUERON INCLUIDOS EN DIVERSAS ANTOLOGÍAS DE SU PROVINCIA Y DEL NOROESTE ARGENTINO.

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