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Opinión VOCES. POR LUCIANA ALONSO*

Claves para potenciar una cultura escolar innovadora

Hacer de la escuela un “buen lugar” para las y los estudiantes es el norte hacia el que las escuelas quieren y necesitan ir. ¿Cómo transitar ese camino para ubicar al alumno en el centro de los procesos de enseñanza y de aprendizaje?
Luciana Alonso

Por Luciana Alonso

U

na de las características del sistema educativo de la Argentina es su heterogeneidad. No sólo en lo que refiere a su esquema federalizado, y a la diversidad de escenarios socioeconómicos y demográficos, sino también a los diferentes recursos con los que cuenten las instituciones educativas para desarrollar proyectos convocantes y pertinentes para resolver las problemáticas que enfrentan a diario.

Esto desafía a las autoridades políticas a diseñar e implementar políticas educativas capaces de atender a una gran diversidad de realidades. Crear marcos que marquen un rumbo común, pero que habiliten configuraciones y proyectos escolares tan heterogéneos como los que existen en el país.

Cuando creamos Eutopía, comenzamos a trabajar con 16 escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, para que tuvieran la oportunidad de co-crear una propuesta de intervención de los espacios, tiempos, contenidos y vínculos al interior de cada institución, para promover más y mejores aprendizajes. Este objetivo, convocaba a cada uno de los actores de la comunidad, pero también a diferentes sectores a aportar a un proyecto común: hacer que la escuela sea un lugar más relevante y convocante para los jóvenes.

Hoy en este proyecto dialogan distintos escenarios y contextos: el de las 16 Escuelas Pioneras que iniciaron su recorrido en 2017, y la Red Federal, que suma 60 escuelas, 6.690 docentes y 45.672 estudiantes. También otras 76 escuelas municipales de la ciudad de Córdoba, y 33 escuelas secundarias técnicas de 5 provincias.

En este multiverso, en el que conviven tantas realidades como escuelas, la mayor oportunidad que tenemos para mejorar los aprendizajes y las trayectorias de los estudiantes radica en nuestra capacidad de articular esfuerzos entre todos los sectores sociales (público, privado y sociedad civil), y en la de diseñar esquemas que permitan a las escuelas ser protagonistas de esa mejora. Sin su participación, seguimos forzándolas a adaptarse en lugar de valorar el recorrido de cada uno de los educadores que, día a día, enfrentan problemáticas diversas, ya sea sistémicas, normativas, sociales, económicas y humanas.

¿Cuáles los elementos que favorecen la construcción de una cultura escolar innovadora?

El trabajo en red que permite aprender de la experiencia de otras escuelas.

El trabajo participativo y sinérgico de los distintos actores del ecosistema educativo.

La centralidad de la dimensión pedagógica y disposición al cambio de los distintos actores.

El grado de autonomía institucional para implementar decisiones innovadoras.

Oportunidades y desafíos para lograr una cultura escolar innovadora

Gestión curricular: redefinir la toma de decisiones curriculares, poner el desarrollo de capacidades en el centro, promover articulaciones disciplinares mediante el desarrollo de proyectos y también una genuina inclusión digital.

Organización institucional: encontrar nuevos modos de gestionar los recursos, el tiempo y la dimensión pedagógica en las escuelas, así como también repensar la organización del tiempo del profesorado, contemplando su formación y desarrollo profesional.

Acompañamiento al aprendizaje: codiseñar entre educadores, estudiantes y comunidad nuevas estrategias de atención a la heterogeneidad. Sumado a esto, revisar y promover prácticas de evaluación y acreditación más flexibles, potentes y convocantes.

Si bien, tanto en Argentina como en todo América Latina, las escuelas comparten problemáticas comunes, el modo de abordarlas requiere de una mirada específica. Sumado a esto, los procesos de transformación profunda y auténtica llevan tiempo, nunca son automáticos ni pueden ser replicados acríticamente en diferentes contextos. Ese es el espíritu que buscamos aportar desde Eutopía: ofrecer un marco de transformación que fortalezca el rol de los educadores y de las escuelas, y que les permita transitar un viaje de cambio, en el que no hay una linealidad, sino que estará repleto de incertidumbres y complicaciones.

En definitiva, escuchar a las escuelas abre un poderoso camino de ida y vuelta entre la teoría y la práctica concreta y contribuye, como señala Marturet, a confiar en que, en las diferencias, en la singularidad de cada escuela, están, también, las posibilidades.

*Directora de Eutopía.

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