La última gira del presidente Javier Milei por Estados Unidos terminó con buenas noticias en materia de financiamiento externo. Más allá del acuerdo con la administración de Donald Trump, tanto el Banco Mundial como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) confirmaron una nueva inyección de dólares para la Argentina en el marco de sus programas de apoyo al sector público y privado.
Los fondos buscan acelerar proyectos productivos, reactivar inversiones estratégicas y apuntalar el crecimiento en regiones clave, según un informe reciente de la Fundación Mediterránea.
El Banco Mundial anunció que adelantará desembolsos por unos US$ 4000 millones a través de tres organismos: el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la Corporación Financiera Internacional (IFC) y la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA).
La entidad señaló que el paquete busca fortalecer sectores con alto potencial de competitividad, como la minería, el turismo, la energía y las pymes. “El objetivo es respaldar la agenda de reformas y crecimiento a largo plazo del país”, indicó el comunicado oficial difundido en septiembre.
Por su parte, el BID confirmó operaciones por aproximadamente US$ 2900 millones destinadas al sector público —vinculadas a reformas estructurales y programas de eficiencia—, junto con otros US$ 1000 millones canalizados a través de BID Invest para financiar proyectos privados en energía, minerales críticos, salud, conectividad y pequeñas empresas.
Según su presidente, Ilan Goldfajn, la meta es que los fondos aprobados se transformen en inversiones concretas con impacto en infraestructura y desarrollo productivo.
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