Por Gloria Fernández
La presencia de un psicopedagogo en las universidades de medicina es fundamental si se considera que algunas de sus capacidades es la de poder brindar apoyo y orientación a estudiantes en su proceso de aprendizaje y desarrollo académico, identificando posibles dificultades de cualquier índole que puedan afectar su rendimiento.
Habitualmente los estudiantes de medicina se encuentran con una gran cantidad de información teórica y practica y es allí donde necesitan organizarse y sentirse contenidos.
El psicopedagogo además puede colaborar en la detección y prevención de posibles problemas de salud mental en los estudiantes, promoviendo la autoestima, la motivación y el bienestar emocional.

Algunas de las tareas concretas del psicopedagogo en relación con el alumnado que pueden destacarse son:
•La utilización de recursos y herramientas educativas que respondan a los diferentes estilos de aprendizaje.
•La promoción del trabajo colaborativo y en equipo, a través de grupos de debate, discusiones y puesta en común.
•Proporcionar una retroalimentación constante y constructiva del conocimiento para ayudar a los alumnos a mejorar sus habilidades y destrezas.
•Relacionar contenidos curriculares con situaciones de la vida cotidiana para que lo que se aprenda sea realmente significativo.
•Fomentar la creatividad y el pensamiento crítico, a través de la resolución de situaciones problemáticas, la investigación independiente y la exploración de diferentes perspectivas.
•Establecer un ambiente de aprendizaje positivo y seguro, donde los estudiantes se sientan motivados y apoyados para alcanzar sus metas académicas.
El Psicopedagogo como cualquier profesional no se construye solo, lo interdisciplinario es, sin dudas, el mejor camino que puede elegirse. En este sentido colabora en la reunión de diferentes perfiles a efectos de tener una visión holística y enriquecedora de la realidad a abordar, de este modo se pueden mirar las diferentes facetas de manera más efectiva.
Habitualmente y lo más importante es que el Psicopedagogo trabaja a la par del docente médico para poder inculcar en los alumnos estudiantes de medicina la mirada del paciente como un ser humano en su complejidad, con sus propias historias, emociones y experiencias para poder llegar a el logro de un bienestar general de quien asiste a la consulta.
Al poder mirar al paciente no solo como un caso clínico, sino como un semejante, como otro, como un espejo donde deben mirarse, se abre la posibilidad de tener una relación de confianza y colaboración que permite la adherencia al tratamiento y los resultados de salud, logrando de esta manera una práctica médica más humana, centrada en el paciente y respetuosa de su dignidad y autonomía.

LA AUTORA
MP 130. COORDINADORA PEDAGÓGICA DE LA PRACTICA FINAL OBLIGATORIA DE MEDICINA-FUNDACIÓN BARCELÓ. INTEGRANTE DEL EQUIPO CENTRAL DEL PROGRAMA “CRECER SANOS”. SECRETARIA GENERAL DEL COLEGIO DE PROFESIONALES DE PSICOPEDAGOGÍA DE LA RIOJA. DOCENTE UNIVERSITARIA
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