Por Gastón Sánchez
En la era de la inteligencia artificial (IA), la alfabetización digital se ha vuelto súper importante para el desarrollo completo de las personas. Como psicopedagogos, que somos los que nos encargamos de trabajar en los procesos del enseñar y aprender, tenemos el desafío y la responsabilidad de integrar estas nuevas tecnologías en la educación y cómo afectan los procesos de aprendizaje, algo que siempre ha pasado con las revoluciones tecnológicas, como cuando se inventó la imprenta.
La “Transformación Digital y su Impacto en la Educación” ha tocado todos los aspectos de la sociedad, y la educación no es diferente. Las herramientas digitales y la IA están revolucionando la forma de enseñar y aprender, ofreciendo oportunidades increíbles para personalizar la educación y adaptarla a las necesidades de cada estudiante. Pero claro, esta transformación también trae algunos desafíos importantes que tenemos que enfrentar.
Desde la psicopedagogía, entendemos que la alfabetización digital no es solo saber usar dispositivos electrónicos. También implica entender cómo funciona la tecnología, cómo usarla de manera ética y responsable, y cómo influye en nuestro pensamiento y comportamiento. La alfabetización digital significa desarrollar habilidades críticas, proteger la privacidad y los datos personales, entre otros aspectos fundamentales.
Pensando en la IA en el aula, podemos verla como una mezcla de oportunidades y desafíos. La inteligencia artificial ofrece muchos beneficios en el campo educativo. Por ejemplo, los sistemas de tutoría inteligentes pueden dar retroalimentación inmediata y personalizada a los estudiantes, ayudándolos a superar problemas específicos en su aprendizaje. Las plataformas de aprendizaje adaptativo ajustan el contenido y el ritmo según el progreso individual del estudiante, haciendo que el aprendizaje sea más efectivo y eficiente.
Pero, también hay desafíos éticos y prácticos. Es vital asegurarnos de que estas tecnologías se usen de manera justa y que no aumenten las desigualdades. Además, los profesionales de la salud y la educación necesitan nueva capacitación para usar estas herramientas de manera efectiva en sus prácticas, lo que implica una formación continua y el desarrollo de nuevas competencias. Actualmente, estoy trabajando en estas áreas tanto en el sistema de educación formal como en propuestas de formación para profesionales de manera independiente, ajustando las propuestas con un plan psicopedagógico de intervención en el uso de herramientas tecnológicas.
El rol del psicopedagogo en la era digital es crucial para mediar entre la tecnología y el aprendizaje. Nuestra formación nos permite entender cómo aprenden las personas y cómo las herramientas digitales pueden facilitar o dificultar estos procesos. Desde esta perspectiva, podemos diseñar intervenciones educativas que maximicen los beneficios del uso de la tecnología.
Una parte clave de nuestro trabajo es fomentar una actitud crítica y reflexiva hacia la tecnología. También debemos promover habilidades socioemocionales esenciales en el entorno digital, como la empatía, la colaboración en línea y la gestión del estrés digital.
Para lograr una alfabetización digital efectiva en tiempos de IA, propongo:
Integración con los diseños curriculares: La alfabetización digital y en especial el uso de las herramientas con IA debe ser parte transversal, no solo como una materia aparte, sino en todas las áreas del conocimiento. Es fundamental que los estudiantes no solo aprendan a usar herramientas digitales, sino que también entiendan cómo funcionan, sus posibilidades y sus riesgos. Esta integración curricular debe ser transversal, abarcando desde las ciencias, las matemáticas, las humanidades y las artes, por ejemplo.
Formación Docente: La formación docente debe centrarse no solo en el uso técnico de las herramientas digitales, sino también en cómo pueden mejorar el aprendizaje y la enseñanza con el irrenunciable del pensamiento creador y de nuevas oportunidades al desarrollo integral de un sujeto.
Participación Activa de la Comunidad: Este proceso debe ser un esfuerzo conjunto que involucre a toda la comunidad educativa. Los adultos juegan un papel crucial en el desarrollo de las competencias digitales de los estudiantes, y es fundamental que también estén informados y capacitados. Las escuelas pueden organizar talleres y charlas para padres sobre el uso seguro y responsable de la tecnología, proporcionar recursos en línea y establecer canales de comunicación efectivos para mantener a las familias involucradas en el proceso educativo.
Tenemos la responsabilidad de guiar a los sujetos en el uso ético y efectivo de las tecnologías digitales, asegurando que estas herramientas se conviertan en aliados poderosos en el proceso de enseñanza y aprendizaje, o no dependiendo del uso que se le pueda dar. A medida que avanzamos en esta era, nuestra misión es preparar a la ciudadanía para enfrentar los desafíos futuros y aprovechar las oportunidades que la IA y las nuevas tecnologías ofrecen para el desarrollo sostenido y sustentable de la humanidad.
EL AUTOR
PSICOPEDAGOGO DE LA UNLZ, PROFESOR UNIVERSITARIO, DE NIVEL SUPERIOR Y MEDIO. TECNÓLOGO. CAPACITADOR DE PROFESIONALES EN HERRAMIENTAS DIGITALES PARA APRENDER Y ENSEÑAR MEJOR. @GASTONPSICOPE EN INSTAGRAM, FACEBOOK Y YOUTUBE.
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